(El Periódico, 21-10-2025) | Laboral
Los cien grandes grupos empresariales que integran el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) -entre ellos Mercadona, Inditex, Puig, Acciona, Gestamp o Barceló-, cuya facturación conjunta equivale al 16% del PIB español, han alzado la voz este lunes contra el absentismo laboral y la parálisis legislativa, a los que consideran las principales amenazas para la competitividad de sus negocios.
Este fue el mensaje central que surgió de la encuesta interactiva realizada entre los 500 empresarios presentes en la inauguración del XXVIII Congreso del Instituto de la Empresa Familiar, celebrado en Burgos. En un contexto internacional marcado por la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza y la tensión comercial global heredada de la era Trump, los empresarios centraron su atención en tres problemas internos que, a su juicio, frenan el progreso económico de España.
El absentismo laboral fue identificado como el mayor riesgo por el 55% de los participantes, seguido muy de cerca por la dificultad para encontrar trabajadores cualificados (52%). El presidente del IEF, Ignacio Rivera, advirtió que el absentismo "ya alcanza al 7,4% de los trabajadores, el doble que la media europea", y subrayó la necesidad de "analizar y actuar" para reducirlo, ya que "es clave para mantener la competitividad frente a otros países".
El tercer factor de preocupación, señalado por el 51% de los encuestados, fue la excesiva regulación. Según explicó uno de los empresarios consultados, los problemas regulatorios derivan tanto de la sobrerregulación europea -especialmente en materia de transición verde- como del bloqueo político interno que ha dificultado en los últimos años la aprobación de Presupuestos Generales del Estado y de nuevas leyes por la falta de consensos parlamentarios.
Estas inquietudes surgen en un momento de cambio de ciclo económico, tras tres años de fuerte crecimiento del PIB, período en el que España se ha consolidado como una de las economías más dinámicas entre las desarrolladas, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
No obstante, las expectativas empresariales son más prudentes. El 48% de los encuestados prevé para el próximo año un crecimiento moderado con escasa creación de empleo, mientras que el 47% anticipa una ligera expansión sin aumento neto del empleo. Solo un 5% confía en un crecimiento sólido tanto en actividad como en ocupación.
Este clima de cautela contrasta con el optimismo del Gobierno, que basa su previsión en la buena evolución del empleo -con más de 22 millones de cotizantes registrados-. En la encuesta, los empresarios valoraron la situación económica actual de España con una puntuación media de 5,66 sobre 9, una ligera mejora respecto al 5,55 del año pasado y el nivel más alto desde 2018.
Pese a la incertidumbre macroeconómica, las empresas familiares mantienen perspectivas positivas para sus propios negocios: el 61% espera aumentar sus ventas en 2026, el 32% prevé mantenerlas estables y solo un 7% anticipa una caída. En cuanto al empleo, el 39% planea ampliar su plantilla, el 52% mantenerla igual y únicamente un 9% contempla reducciones de personal.