(El Periódico, 05-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Quedan aún por cumplir 4.800 objetivos, por ejecutar 335.000 millones de euros y apenas 454 días hasta que finalice el plazo de implementación del plan de recuperación. La Comisión Europea ha instado este miércoles a los gobiernos a acelerar el ritmo para aprovechar al máximo los fondos disponibles y evitar que se pierdan.

Bruselas destaca los avances conseguidos hasta ahora con este plan, un mecanismo de financiación de 800.000 millones de euros creado por la UE como respuesta a la crisis económica provocada por la pandemia de covid-19 en 2020. Los desembolsos están vinculados al cumplimiento de reformas e inversiones previamente pactadas, y el Ejecutivo comunitario subraya que la ejecución de estos fondos ha tenido una capacidad de absorción mucho mayor que otros instrumentos similares, contribuyendo significativamente al crecimiento económico.

Según fuentes comunitarias, el buen rendimiento de las economías de países como España e Italia se debe en parte a estas reformas estructurales impulsadas gracias al plan de recuperación. En el caso español, se calcula que un 9,3% del PIB en 2023 estuvo relacionado con inversiones financiadas mediante este plan.

A pesar del progreso, queda un largo camino por recorrer. Entre 2020 y 2024, los países de la UE han gastado el 80% de las subvenciones asignadas, lo que equivale a unos 161.000 millones de euros. Sin embargo, solo se ha utilizado el 38% de los préstamos y el 57% de las subvenciones disponibles. Si no se cumplen los hitos establecidos antes de agosto de 2026, los fondos restantes se perderán.

Hay cuatro fechas clave en este calendario. El 31 de agosto de 2026 es el límite para que los países cumplan con sus compromisos. El 30 de septiembre es la fecha tope para solicitar los últimos desembolsos. Luego, la Comisión tiene hasta el 30 de noviembre para evaluar las solicitudes y hasta el 30 de diciembre para realizar los pagos.

La razón por la que no es factible extender estos plazos radica en que la UE emitió deuda conjunta para financiar el plan y solo puede acudir a los mercados según la necesidad. Modificar el calendario sería extremadamente complejo y políticamente casi inviable, ya que requeriría unanimidad entre los 27 Estados miembros y la aprobación de numerosos parlamentos nacionales.

Países como España, Italia, Polonia, Grecia, Croacia y Rumanía aún tienen por ejecutar grandes sumas de dinero, y el tiempo apremia. "Esto no va a cambiar, no se puede cambiar", advirtieron fuentes comunitarias. "Si seguimos al ritmo actual, sobre todo en el primer semestre de 2025, no llegaremos a cumplir los objetivos. Es necesario un cambio de ritmo", insistieron.

Para facilitar el cumplimiento, la Comisión ha propuesto varias medidas. En primer lugar, pide a los gobiernos que prioricen las reformas y proyectos de inversión que sea realista completar antes del 31 de agosto de 2026; el resto, deberá descartarse. "Algunos países parecen esperar milagros con ciertos proyectos. No van a ocurrir", señalan desde Bruselas.

También se recomienda apostar por aquellas medidas que ya hayan demostrado ser eficaces. "Si algo ha funcionado mejor de lo previsto, puede incorporarse al plan", indican fuentes comunitarias. Asimismo, se aconseja dividir proyectos cuando parte de ellos no pueda ejecutarse a tiempo, dejando esa parte para ser financiada más adelante con fondos propios.

Otra posibilidad planteada es que los gobiernos inyecten capital en Bancos Nacionales de Promoción para movilizar inversión privada o que transfieran parte de los fondos a iniciativas a nivel europeo. Además, se insta a los gobiernos a simplificar los planes, eliminar reformas que no estén alineadas con las recomendaciones del Semestre Europeo y ser claros y realistas en sus objetivos.

La Comisión subraya la urgencia de modificar cuanto antes los planes si se desea aprovechar los fondos disponibles. Pero recalca que las inversiones deben ser útiles y tener impacto real. "No se trata de gastar por gastar. Se trata de garantizar que los recursos restantes del fondo se destinen a proyectos concretos y transformadores", subrayan fuentes comunitarias.

España, en particular, es uno de los países con más fondos pendientes de utilización, tanto porque fue uno de los más golpeados por la pandemia -y por tanto recibió más recursos- como porque no solicitó los préstamos disponibles hasta 2023, tres años después del inicio del programa. Además, la Comisión recuerda que una parte importante de los fondos está destinada a la creación de instrumentos financieros que buscan fomentar la inversión privada, lo cual hace que su ejecución dependa también de la demanda del mercado.

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