(Cinco Días, 09-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La escalada arancelaria impulsada por Donald Trump ha provocado agitación en los mercados financieros, desencadenando una serie de consecuencias que podrían amplificar los efectos negativos de estos impuestos. Una de las primeras consecuencias observadas ha sido la notable depreciación del dólar respecto al euro, aunque esta tendencia se ha moderado ligeramente este lunes. Esto implica un doble golpe para las empresas exportadoras, cuyos productos se encarecen en Estados Unidos no solo debido a los aranceles, sino también por el efecto del tipo de cambio al tener costes en euros. Frente a esta situación, las compañías enfrentan una difícil elección: aumentar precios o arriesgarse a reducir drásticamente sus márgenes de beneficio.
El conjunto de medidas diseñado por el gobierno estadounidense contempla amplios impuestos a las importaciones provenientes de sus socios comerciales, alcanzando tasas que varían entre el 10%, 20%, 34% e incluso hasta el 49%, dependiendo del país. Como resultado, en breve, los bienes importados desde EE. UU. incrementarán notablemente su precio. Según la teoría económica básica, este aumento se traducirá en una probable reducción de ventas y exportaciones. A esta circunstancia se añade la depreciación del dólar, que desde enero ha perdido cerca del 6,5% de su valor frente al euro, tras haber estado muy cerca de la paridad.
Juan José del Valle, analista de Activotrade, señala que la combinación de la fortaleza del euro frente al dólar y la imposición de aranceles del 20% constituye un doble problema para las empresas europeas. El encarecimiento de sus productos en el mercado estadounidense supone una desventaja competitiva frente a los bienes locales, a lo que se suma la dificultad añadida de los aranceles. Este panorama podría traducirse en menores ingresos, presiones sobre los márgenes y ajustes en los planes futuros de inversión, contratación y expansión internacional.
Como ejemplo ilustrativo, una empresa española que exporte tomates a EE. UU. a un precio de un euro por kilo deberá enfrentar un arancel del 20%, elevando su precio en el mercado estadounidense a 1,2 dólares, lo que probablemente reducirá la demanda. Además, la depreciación del dólar frente al euro empeoraría aún más la situación. Si el tipo de cambio subiese a 1,2 dólares por euro, cada kilo vendido equivaldría a solo 0,83 euros, causando pérdidas significativas por efecto del tipo de cambio.
Tras anunciarse los aranceles, el dólar cayó rápidamente a mínimos de seis meses frente al euro, una reacción inesperada para muchos analistas que inicialmente pronosticaban una apreciación por las políticas proteccionistas de Trump. Según expertos de Ebury, esta caída refleja un miedo creciente a una posible recesión en Estados Unidos, aunque consideran que, por el momento, dichos temores podrían estar exagerados.
Analistas de UBS explican que, aunque normalmente los aranceles deberían fortalecer al dólar, factores como una reducción en las expectativas de crecimiento económico, incertidumbre política y posibles represalias de socios comerciales, están provocando lo contrario. Los inversores han comenzado a trasladar sus fondos hacia divisas más seguras como el euro, yen y franco suizo, reduciendo su exposición al dólar y monedas emergentes asiáticas.
El economista jefe de RSM, Joseph Brusuelas, afirma que el posicionamiento en el mercado de divisas está cambiando rápidamente en contra del dólar y a favor del euro, mientras que Jordan Rochester de Mizhuo Bank anticipa fluctuaciones del euro hasta llegar a 1,12 dólares a finales de año.
La respuesta final de la Unión Europea a las políticas proteccionistas aún es incierta, pero ya se especula sobre cómo reaccionarán los bancos centrales. Una posible escalada de contramedidas podría generar presiones inflacionarias, obligando a la Reserva Federal a mantener altas las tasas de interés, mientras que el BCE podría inclinarse hacia recortes debido a la debilidad económica europea. Esta divergencia podría, paradójicamente, terminar fortaleciendo al dólar frente al euro en los próximos meses, según los analistas de Ebury.