(Expansión, 30-12-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El Banco Central Europeo (BCE) ha puesto el foco en la política de transferencia de riesgos que aplica la banca, una de las palancas más rentables del sector para reforzar el capital y liberar espacio en el balance con el objetivo de conceder créditos de mayor rentabilidad. Entidades como Santander, BNP o Deutsche Bank han movido miles de millones de euros mediante este mecanismo y prevén seguir utilizándolo. Desde el sector no interpretan las advertencias del regulador como una reprimenda, una visión que comparten varios especialistas en análisis de riesgo crediticio.
Las inquietudes del banco central se concentran, sobre todo, en las cesiones sintéticas de activos, una modalidad en la que se transfiere el riesgo de impago, pero los préstamos permanecen contabilizados en el balance de la entidad.
Este formato es el predominante en las transferencias significativas de riesgo (SRT, por sus siglas en inglés). El BCE teme que, en un escenario de tensión en los mercados, puedan surgir dificultades para refinanciar estas operaciones. De darse esa situación, los bancos podrían verse obligados a reincorporar a su balance activos que creían haber transferido.
CreditSights considera que la postura del supervisor no supone una novedad sustancial ni implica un cambio de rumbo. La firma especializada en crédito subraya la aparente contradicción de que el BCE advierta sobre los riesgos de este instrumento mientras avanza en el desarrollo de un mecanismo que permitirá autorizar las SRT de forma acelerada, siempre que no superen los 8.000 millones de euros ni generen un alivio de capital superior a 25 puntos básicos.
Con este sistema, el plazo de autorización se reduciría de tres meses a tan solo diez días laborables, una demanda histórica del sector bancario. "Es una señal de una visión favorable", señala CreditSights, que insiste en que el supervisor avala la estrategia actual de la banca y la considera beneficiosa para la solidez financiera del sistema.
Tras analizar en detalle el mensaje del BCE, la firma concluye que el tono empleado es relativamente flexible. "El supervisor advierte de que las SRT pueden entrañar riesgos si no se gestionan correctamente o si su volumen crece de forma excesiva. Es un planteamiento razonable y propio de un banco central, más que un cambio drástico en su enfoque sobre el uso de estas operaciones", explica.
Ello no implica que no existan riesgos. Otros organismos supervisores han alertado del posible impacto negativo de trasladar préstamos desde los bancos hacia ámbitos no regulados, donde el control es mucho menor. También preocupa el fenómeno del endeudamiento cruzado, en el que las propias entidades terminan financiando a los fondos que adquieren las SRT.
A estos riesgos se suman los de carácter reputacional. "Un uso excesivo de las SRT podría interpretarse de forma desfavorable, al sugerir dificultades para generar capital de manera orgánica a través de los beneficios", advierte Morningstar DBRS.
No obstante, la agencia de calificación descarta que este escenario se materialice. "No prevemos un aumento descontrolado del número de operaciones", afirma. CreditSights respalda esta visión y recuerda que estas transacciones representan una proporción limitada dentro del conjunto de la cartera crediticia bancaria.
Con un volumen moderado y sin indicios de que el BCE vaya a prohibirlas, Morningstar DBRS anticipa que las SRT seguirán teniendo un papel relevante. "Son una herramienta eficaz para gestionar el capital y optimizar el riesgo. Continuarán siendo un elemento clave en la estrategia de solvencia de los bancos europeos", concluye.
Además, el abanico de compradores se amplía progresivamente. Los fondos de crédito adquieren aproximadamente un tercio de las SRT, seguidos por otros fondos de inversión (18%), aseguradoras (14%) y fondos de pensiones (13%), según datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Incluso el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Europeo de Inversiones han empezado a participar en este mercado.