(Cinco Días, 15-05-2025) | Fiscal
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha revisado este miércoles a la baja sus previsiones de crecimiento económico para España en los próximos años, mostrando un diagnóstico menos optimista que el presentado recientemente por el Gobierno. Según este nuevo análisis, el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 2,3% en 2025 y un 1,7% en 2026, lo que representa un recorte de dos y tres décimas, respectivamente, respecto a sus anteriores estimaciones. Estas cifras se sitúan por debajo de las previsiones del Ejecutivo, que mantiene un crecimiento del 2,6% y 2,2% para esos años, pese al contexto internacional adverso.
La Airef atribuye este ajuste principalmente al deterioro del saldo exterior, agravado por la guerra comercial promovida por la Administración estadounidense de Donald Trump. La presidenta del organismo, Cristina Herrero, advirtió que este tipo de tensiones geopolíticas no pueden obviarse al elaborar los escenarios macroeconómicos.
En su análisis, la Airef considera que el impacto de estos factores externos será más profundo del que anticipa el Gobierno, que confía en que la solidez de la demanda interna y la inversión compensen ese efecto negativo. Herrero explicó que, a diferencia del Ejecutivo, la Autoridad Fiscal no cree que la demanda interna tenga la suficiente fuerza para contrarrestar ese descenso con la intensidad prevista.
En el documento enviado a Bruselas el 30 de abril, el Ministerio de Economía calculaba que la guerra comercial restaría apenas una décima al crecimiento en 2025, cifra que compensaría con el impulso del consumo privado y la inversión. Sin embargo, Esther Gordo, directora de Análisis Económico de la Airef, calificó esta visión de "excesivamente optimista".
Por este motivo, la institución prevé un ritmo de crecimiento más moderado, insistiendo en que los riesgos externos pesan más de lo que se estimaba inicialmente. Aun así, reconoce que la economía española podría resistir mejor que otras en este entorno incierto, gracias al dinamismo de la demanda interna. Para 2027, se prevé un crecimiento del PIB del 1,5%. Las diferencias no se limitan al crecimiento económico. La Airef también discrepa en cuanto a la evolución de las cuentas públicas. Aunque coincide en que el déficit se mantendrá por debajo del 3% del PIB hasta 2028, advierte de un deterioro progresivo a partir de 2026.
Hasta entonces se registrará una mejora del saldo presupuestario, pero después empezarán a notarse ciertas presiones estructurales: el mayor coste de la deuda, el aumento de la inversión pública, el gasto en defensa y el envejecimiento de la población, lo que dificultará la consolidación fiscal. Como resultado, la reducción de la deuda pública será más lenta, ya que la expansión del PIB nominal será más moderada y persistirá el déficit primario.
Según establece la normativa, el Gobierno debería contar con el aval de la Airef para sus previsiones económicas. Sin embargo, en este caso no se ha producido esa validación. Cristina Herrero explicó que el Ejecutivo actualizó sus proyecciones en un informe de seguimiento posterior, lo que no requiere legalmente el visto bueno de la institución. "Se trata de un informe ex post, no ex ante. Aunque no sea obligatorio pedir el aval, hubiera sido deseable un debate técnico previo", lamentó Herrero. El último marco macroeconómico validado por la Airef data de septiembre de 2024, cuando la coyuntura económica y geopolítica era distinta.
En el contexto de las nuevas normas fiscales de la Unión Europea, que ponen el foco en el crecimiento del gasto público neto, la Airef considera que España aún cuenta con cierto margen a corto plazo. En 2024 el gasto fue inferior al esperado, lo que le ha permitido al Gobierno ganar cinco décimas de PIB en la regla de gasto de la UE, que pueden utilizarse como margen en años futuros.
Sin embargo, ese colchón podría agotarse pronto. El Ejecutivo prevé un aumento del gasto del 4,1% en 2025, impulsado sobre todo por el presupuesto en defensa, mientras que la Airef estima que podría subir incluso al 4,5%, dejando muy poco margen y situándose en el límite del código de conducta del nuevo reglamento comunitario. En este escenario, la Airef cree que no será necesario adoptar medidas de ajuste adicionales en 2026, pero sí a partir de 2027 para garantizar el cumplimiento de las nuevas exigencias fiscales europeas.