(El Periódico, 01-10-2025) | Fiscal
El Ministerio de Hacienda quiere agilizar al máximo los plazos y prevé llevar "en los próximos días" al Consejo de Ministros la senda fiscal y el techo de gasto. Antes deberá convocarse el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en el que se trasladarán los objetivos de déficit a las comunidades autónomas. Ha pasado ya un mes desde los primeros contactos con los grupos parlamentarios para negociar los Presupuestos y se ha superado el plazo constitucional que fija que las cuentas deben remitirse al Congreso tres meses antes de finalizar el ejercicio. Aun así, el Ejecutivo mantiene como prioridad que la votación de totalidad se produzca antes de que acabe el año, lo que obligará a acelerar los tiempos y evitar nuevas demoras. De hecho, una vez aprobada en Consejo de Ministros la senda fiscal -primer paso para elaborar las cuentas-, la intención es incluirla de urgencia en el pleno del Congreso esa misma semana.
En Moncloa se apoyan en los precedentes de años anteriores para defender que todavía hay margen y evitar así una nueva prórroga si los Presupuestos no entran en vigor a inicios de 2026. El límite temporal se sitúa a mediados de octubre, cuando las cuentas deberían estar presentadas. Una de las principales dificultades será el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta y podría retrasar la tramitación, aunque en el Gobierno calculan que, incluso si la Cámara alta las rechaza de inmediato, regresarían al Congreso sin demasiada demora.
"Estamos cerrando los últimos ajustes", señaló este lunes la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al confirmar que se presentará "lo antes posible" el techo de gasto y la senda de estabilidad, paso previo a los Presupuestos. Pese a los retrasos, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quiso recalcar que "seguimos en el calendario previsto y habrá Presupuestos Generales del Estado". Antes, eso sí, será necesario cerrar un acuerdo entre PSOE y Sumar, ya que aunque Hacienda avanza en la negociación de partidas con los ministerios de la coalición, el documento aún no está cerrado.
Más allá de los tiempos, el Gobierno sigue lejos de garantizar apoyos entre sus socios de investidura. Ni siquiera hay consenso en torno a los objetivos de déficit, aunque el Ejecutivo se muestra dispuesto a ampliar el margen a las comunidades autónomas. En Hacienda valoran la posibilidad de presentar la senda fiscal incluso sin apoyos asegurados para dar inicio al proceso parlamentario. En caso de que el Congreso rechazara la propuesta, se aplicaría la senda vigente, un movimiento que se interpreta también como presión hacia los socios.
Las tensiones con ERC por la financiación singular siguen marcando la negociación. Hacienda calificó de "inasumible" la propuesta republicana para gestionar el IRPF en Cataluña, lo que llevó a Oriol Junqueras a advertir que sin acuerdo no habrá Presupuestos. Montero, además de ser ministra, es candidata en las elecciones andaluzas, lo que la obliga a manejar con cuidado un discurso en el que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, insiste en denunciar agravios hacia Andalucía.
El clima tampoco mejora con Junts tras la decisión del Gobierno de aprobar por decreto el refuerzo del control horario, después de que el Congreso rechazara la reducción de jornada laboral. El enfrentamiento entre Yolanda Díaz y los posconvergentes dificulta la negociación, aunque desde el ala socialista se intenta suavizar posturas para no romper el diálogo. En paralelo, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha intentado rebajar la tensión con Junts apostando por medidas de apoyo a pymes y sectores más afectados por la reducción de jornada.
Tampoco con Podemos se vislumbran avances: sus exigencias, como intervenir el mercado del alquiler o romper relaciones con Israel, son consideradas inaceptables por el Ejecutivo. A ello se suma el bloqueo en otras cuestiones sensibles, como la delegación de competencias en inmigración a Cataluña, rechazada recientemente en el Congreso con los votos de PP, Vox y los propios morados.