(Expansión, 17-10-2025) | Laboral
El Parlamento griego ha aprobado una polémica ley impulsada por el Gobierno conservador que amplía la jornada laboral en el sector privado hasta un máximo de 13 horas diarias. La medida, presentada como una reforma "moderna" por el Ejecutivo, ha generado una fuerte oposición de los sindicatos y de los partidos de izquierdas.
La iniciativa salió adelante gracias a la mayoría absoluta del partido gobernante, Nueva Democracia, liderado por el primer ministro Kyriakos Mitsotakis. Toda la oposición votó en contra, excepto el partido de izquierda Syriza, que decidió no participar en la votación para no "legitimar con su presencia" lo que calificó de "ley monstruosa".
El Gobierno sostiene que la ampliación de jornada es completamente voluntaria, se limita exclusivamente al sector privado y solo puede aplicarse durante un máximo de 37 días al año. Durante el debate parlamentario, la ministra de Trabajo, Niki Kerameos, defendió la medida como una reforma "positiva y progresista" que -según afirmó- fomentará la creación de empleo y reforzará la protección de los trabajadores. "Debemos facilitar el crecimiento empresarial, porque sin empresas no hay empleo ni desarrollo", argumentó.
Kerameos añadió que la ley incluye otros cambios que amplían los derechos laborales, como una mayor cobertura en las ayudas por maternidad. Además, subrayó que se mantiene el límite de 48 horas semanales y de 150 horas extra al año, y que las horas trabajadas más allá de la jornada habitual se pagarán con un recargo del 40%. También recalcó que los empleadores no podrán obligar a los trabajadores a aceptar las horas adicionales ni castigarlos por rechazarlas, prohibiéndose expresamente el despido o la discriminación por ese motivo.
Sin embargo, la oposición y los sindicatos no comparten esa visión. El Partido Socialdemócrata Pasok acusó al Gobierno de "devolver el país al siglo XIX" y de desmantelar los derechos laborales conquistados. "Se está imponiendo una falsa normalidad en la que el Estado del bienestar se va desmoronando", denunció el diputado Yorgos Mulkiotis.
Los sindicatos ADEDY y GSEE, principales representantes de los trabajadores del sector público y privado, ya habían convocado dos huelgas generales los días 1 y 14 de octubre en protesta contra la reforma. Aseguran que la supuesta "voluntariedad" de la medida es una "farsa", ya que en Grecia los empleados apenas tienen capacidad de negociación y los despidos pueden producirse sin justificación. Según varios economistas, el Gobierno justifica la medida por la escasez de mano de obra en sectores como el turismo y la hostelería, especialmente durante la temporada alta.
El Ejecutivo de Mitsotakis ha ido configurando uno de los mercados laborales más flexibles de Europa. Desde julio de 2024, los empleados de la industria, la agricultura, el comercio minorista y determinados servicios pueden ser requeridos a trabajar seis días por semana, con un incremento salarial del 40 % por la jornada adicional.
A pesar de ello, los trabajadores griegos ya figuran entre los que más horas trabajan en Europa -más de 1.886 anuales, según Eurostat-, aunque su productividad y poder adquisitivo se mantienen entre los más bajos de la Unión Europea, solo por encima de Bulgaria.