(La Vanguardia, 04-09-2024) | Fiscal
La patronal catalana muestra su apoyo al Gobierno y respalda la propuesta de financiación especial para Cataluña acordada entre el PSC y ERC, argumentando que este pacto podría abrir la puerta a que otras comunidades autónomas obtengan mejores condiciones en el futuro. Foment del Treball recuerda que "Cataluña ya lideró el cambio durante el mandato del Partido Popular en 1996", y subraya que el acuerdo fiscal alcanzado entonces bajo la presidencia de José María Aznar, aunque inicialmente sorprendió, terminó siendo aceptado por todas las comunidades. La organización, presidida por Josep Sánchez Llibre, resalta que hoy en día las comunidades gestionan una parte importante de los impuestos que recaudan sin que ninguna quiera volver al modelo anterior.
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, comparecerá mañana en el Senado a petición del Partido Popular para explicar los detalles del modelo de financiación propuesto para Cataluña. Este tema ha generado críticas por parte de todos los gobiernos regionales, incluidos los socialistas, que temen que la medida reduzca los recursos de la caja común de la que se financian todas las CCAA. Esther Peña, portavoz de la Ejecutiva socialista, insinuó que Montero defenderá el acuerdo con ERC argumentando que Cataluña ha abierto una brecha que permite a otros territorios negociar más financiación para mejorar los servicios públicos. Foment apoya esta visión, señalando que el objetivo del acuerdo de financiación catalán es garantizar servicios públicos de calidad para todos los ciudadanos españoles.
Este será uno de los principales argumentos que Montero utilizará en su comparecencia, presentando el pacto en Cataluña como el inicio de una reforma de la financiación autonómica que lleva una década sin revisarse. Peña destacó que "los ciudadanos no se fijan en quién recauda, lo que quieren son servicios de calidad".
Sin embargo, se prevé una larga negociación. El Gobierno primero deberá llegar a un acuerdo con ERC, que sigue demandando la salida de Cataluña del régimen común, y luego abordar el descontento territorial generado por el pacto. No solo dentro del PSOE hay malestar, sino que otros grupos parlamentarios, como Compromís o el BNG, exigen el mismo trato fiscal para sus comunidades. Por ello, la patronal catalana solicita a las fuerzas políticas una negociación transparente, sin amenazas ni prisas.
Consciente de que la reforma del sistema será un proceso largo, Foment propone medidas transitorias para corregir las principales deficiencias del modelo actual hasta que se acuerde uno nuevo. En particular, pide al Gobierno implementar urgentemente un mecanismo que compense el alto nivel de deuda autonómica provocado por la infrafinanciación de varias regiones, además de suavizar los criterios de acceso al Fondo de Financiación de Compensación Interterritorial y revisar el sistema de retenciones y entregas a cuenta que realiza el Gobierno.
No obstante, el clima político no es favorable. A pesar de que Foment del Treball pide "lealtad política e institucional" para la futura reforma del sistema, la tensión entre el Ejecutivo y el Partido Popular sigue aumentando. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha reiterado que el modelo de financiación especial para Cataluña oculta "un nuevo pacto con el independentismo que en la práctica busca acabar con la igualdad de los españoles". El PP ha convocado a sus presidentes autonómicos a una reunión este viernes para ofrecer una respuesta conjunta contra una medida que, según sus cálculos, "costará a los españoles 13.000 millones de euros".
Además, el PP ha instado a los barones socialistas críticos con la medida, como los de Aragón, Castilla-La Mancha, Asturias y Extremadura, a alentar la rebelión de sus diputados en el Congreso para detener lo que consideran "un atropello contra la igualdad de los españoles". Juan Bravo, portavoz económico del PP, hizo un llamamiento a estos dirigentes, subrayando que "son ellos quienes tienen en gran parte la capacidad de detener este despropósito".