(El Economista, 04-09-2025) | Laboral
El viejo cliché de que España es un "país de camareros" tiene respaldo en los datos. Según el último informe del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), esta fue la profesión con más contrataciones en 2024, igual que en años anteriores, representando el 10,2% de los 15,4 millones de contratos firmados. Tras ella se sitúan los peones de la industria manufacturera (6,8%), los peones agrícolas (6,6%), el personal de limpieza (5,7%), los vendedores (5,2%) y los peones de logística y mozos de almacén (2,3%).
Sin embargo, los empleos más contratados no coinciden con los más buscados por los parados. Entre quienes están en desempleo, el perfil más solicitado es el de limpiador o limpiadora (10,5% de las demandas), seguido de dependiente de comercio (8,9%), personal administrativo (7,15%), peones industriales (4,92%) y, en quinto lugar, los camareros (3,53%).
La diferencia entre oferta y demanda tiene explicación. El estudio del SEPE revela que el perfil medio del parado es el de una mujer (59,5% del total) mayor de 55 años (33,1% del desempleo), mientras que el trabajador más contratado suele ser un hombre (53,1% de los contratos) de entre 25 y 34 años (26,9%).
Tanto la lista de ocupaciones más contratadas como la de las más demandadas tienen un rasgo común: son empleos de baja cualificación y bajo valor añadido, lo que contrasta con el discurso oficial que insiste en impulsar sectores de alto nivel tecnológico o innovador. Su peso, de hecho, sigue siendo mínimo en el mercado laboral.
El nivel educativo también marca diferencias: el 76% de los parados no ha superado la educación obligatoria, mientras que entre los contratados esa proporción baja al 53%. Esto confirma que la formación ayuda a encontrar empleo, aunque no es decisiva debido a los bajos requisitos que exigen muchas de las vacantes.
La Síntesis Anual del Perfil de Usuarios del SEPE, un informe que el Ministerio de Trabajo comenzó a publicar en 2022, recopila de forma estructurada la evolución de los parados y demandantes, así como de los contratos gestionados por los servicios públicos de empleo. Pero los datos muestran que esa intermediación tiene poco peso real: en julio, de 1,9 millones de colocaciones, solo el 43% correspondía a personas registradas como demandantes de empleo, y apenas un 2,3% se produjo gracias a ofertas gestionadas directamente por las oficinas públicas.
En 2024, las 20 profesiones con más contratos sumaron 8,85 millones, el 57,4% del total, aunque las seis primeras concentraron 5,56 millones (37%). Lidera el ranking la hostelería, con 1,58 millones de contratos de camareros, un oficio que, curiosamente, es el único de esta lista con más contratos indefinidos que temporales (52,03%), aunque la mayoría son a tiempo parcial o fijos discontinuos. Además, un 31,7% de estos acuerdos fueron eventuales de menos de una semana, lo que explica su enorme peso en el volumen de contrataciones: pese a la reforma laboral y al aumento de la indefinición, el empleo sigue dependiendo de sectores con gran rotación y elevada demanda de nuevos contratos.
En cuanto a los empleos más solicitados por los parados, el patrón es similar. Las 20 ocupaciones más buscadas representaron el 53,3% de los demandantes (1,36 millones), aunque seis de ellas concentran casi un millón de solicitudes. El género y la edad son claves: mientras el 93% de quienes piden un empleo de limpieza son mujeres, su presencia en trabajos de la construcción es marginal (2,7% en peones y apenas 0,6% en albañiles).