(El Economista, 25-03-2024) | Fiscal

La presión fiscal sobre las ganancias del capital en España alcanza el 28%, situándose entre las más altas de la Unión Europea, donde el promedio es del 18,6%. Solo seis países comunitarios tienen un tipo máximo más elevado sobre estos beneficios: Dinamarca (42%), Finlandia y Francia (34%), Países Bajos e Irlanda (33%) y Suecia (30%). Sumar busca aumentar la carga fiscal y aplicar una nueva vuelta de tuerca para incrementar la presión sobre las ganancias obtenidas de valores, bonos o inmuebles en los próximos presupuestos que el Gobierno ha comenzado a preparar con cautela. "Es necesario aumentar los ingresos públicos haciendo que quienes más tienen paguen más", insistió recientemente el portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, destacando la consigna política del grupo liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

De esta manera, Yolanda Díaz establece una línea roja para estrechar el cerco fiscal sobre directivos y altos cargos de grandes empresas. "El 60 % de los ingresos de los altos directivos provienen de las rentas de capital", afirmó el diputado Carlos Martín Urriza. Desde 2020, el Gobierno ha aumentado dos veces los tramos más altos del impuesto que se paga al vender un activo y obtener una ganancia por la venta de una acción. La última vez fue el año pasado, cuando Hacienda elevó un punto -al 27%- el tipo para rendimientos de entre 200.000 euros y 300.000 euros, y dos puntos -hasta el 28%- para aquellos rendimientos superiores a los 300.000 euros. La intención de Sumar ahora va más allá.

El socio de Gobierno busca introducir un nuevo escalón que grave las plusvalías superiores a los 120.000 euros "para alcanzar, al menos, un tipo del 30%", señala el documento de la formación. Solo tres tramos quedarían exentos de la reforma: las ganancias de hasta 6.000 euros continuarían gravándose al 19%, las de entre 6.000 y 50.000 euros al 21%, y las inferiores a los 120.000 euros estarían sujetas a un tipo del 23%.

Este sistema difiere significativamente del aplicado en países vecinos como Francia o Alemania, que establecen un tipo fijo al que se añade un porcentaje extraordinario para los ingresos más altos. Otros países, como Eslovaquia, reducen el tipo al 0% para aquellos que mantienen el activo durante más de 15 años. Bélgica, por su parte, solo grava las ganancias de capital si se consideran ingresos profesionales.

La propuesta de Díaz podría ser acogida por Ferraz, que necesita medidas para equilibrar las cuentas y cumplir con los objetivos fiscales establecidos por las normas europeas. Sin embargo, el salto propuesto por Sumar parece demasiado ambicioso en un momento en que los ingresos fiscales siguen aumentando. Además, la formación quiere destinar la recaudación de su reforma a "responder a las demandas de la ciudadanía en materia de dependencia, cuidados, vivienda y justicia fiscal", según el portavoz de la formación liderada por Yolanda Díaz, Ernest Urtasun. El Gobierno debe comenzar a desplegar sus planes respecto a la reforma fiscal que España debe afrontar, con algunos cambios que parecen especialmente urgentes, sobre todo en el ámbito del IRPF.

Funcas considera necesario eliminar el régimen de estimación objetiva y mantener el esquema de tributación dual, incluyendo los rendimientos de capital inmobiliario en la base de ahorro y una posible aproximación de tipos a los de la base general. Además, sugiere revisar los gastos fiscales para ampliar la base, simplificar el impuesto sobre la renta, actualizarlo periódicamente para corregir los efectos acumulados de la inflación y extender la obligación de declarar la renta. Esta última medida, según afirman, ayudaría a obtener una imagen económica completa de todos los hogares, lo que sería fundamental para implementar acciones redistributivas focalizadas.

Además, se propone un rediseño de los impuestos sobre la riqueza, sugiriendo una simplificación y actualización normativa. Actualmente, hay tres figuras que gravan la riqueza general: los impuestos sobre el patrimonio, sucesiones y donaciones, y las grandes fortunas. Funcas cuestiona los dos primeros, considerando que tienen tipos impositivos excesivamente altos en comparación con otros países y en términos económicos, además de una alta evasión fiscal y problemas de externalidades fiscales negativas.

Sin embargo, la influencia de Sumar en el texto final podría ir en sentido contrario. Además, María Jesús Montero enfrenta una presión adicional, ya que Bruselas supervisa el proceso de elaboración de los presupuestos para evitar un desvío excesivo del gasto que ponga en peligro la reducción del déficit y la deuda pública. Pocos organismos confían en el éxito de la senda fiscal acordada más allá de 2024. Aunque la prórroga de los presupuestos allana el camino hacia el éxito este año, no lo hace para los siguientes.

El Banco de España es una de las últimas instituciones en cuestionar los planes del Gobierno, al anticipar que el desajuste será cinco décimas mayor del 3%, tanto en 2025 como en 2026. Según el regulador, solo un recorte del gasto a la mitad podría garantizar el cumplimiento del objetivo a tiempo. Estos son años especialmente delicados para los objetivos fiscales, ya que los efectos de la inflación sobre la recaudación comenzarán a disiparse a partir del próximo año. Además, se espera una disminución del impulso que la recuperación post-COVID ha dado al crecimiento del PIB. Por otro lado, los expertos señalan una cierta recuperación del consumo privado y la inversión empresarial, gracias al mayor impacto de los fondos europeos en la economía real.

¿ESTAS BUSCANDO

ASESORÍA PERSONAL O EMPRESARIAL?

Realiza tu consulta online o ven a visitarnos