(El Economista, 06-05-2025) | Fiscal
España encabeza la lista de países de la zona euro cuyas empresas contribuyen en mayor medida, de forma proporcional, a los ingresos públicos a través del pago de cotizaciones sociales. Así lo refleja el informe del centro de estudios estadounidense Tax Foundation, titulado Potencias fiscales: el papel sistemático de las empresas en la recaudación de ingresos públicos, que sitúa esta contribución en un 25,3% del total recaudado por el Estado. Solo Eslovaquia y Estonia superan este porcentaje, aunque sus economías presentan características particulares debido a su menor tamaño.
Según el análisis, basado en datos de la OCDE, los países donde las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social representaron una mayor parte de los ingresos fiscales en 2023 fueron República Checa (32,6%), Eslovaquia (28%), Estonia (26,1%), España (25,3%) y Francia (25,2%). En contraste, Alemania, una de las mayores economías europeas, presenta una proporción del 20,7%, lo que supone cinco puntos menos que España.
El informe señala que los sistemas tributarios europeos dependen significativamente del sector empresarial, no solo a través del impuesto de sociedades, sino también mediante un creciente peso de las cotizaciones sociales. Estos fondos se destinan a financiar prestaciones como pensiones o bajas laborales.
Además, el think tank destaca que en ocho países -entre ellos España- las cotizaciones sociales representan la principal fuente de ingresos públicos. En esta misma lista figuran también Alemania, Austria, Eslovenia, Francia, Polonia, República Checa y Eslovaquia, países que además figuran entre los más dependientes del impuesto de sociedades. Como recomendación, el informe insta a los gobiernos a evaluar cuidadosamente el equilibrio entre aumentar los ingresos fiscales a través de las empresas y el posible impacto negativo que esto puede tener en la inversión, el empleo y el crecimiento económico.
En el caso español, a diferencia de países como Alemania, Países Bajos o Suecia, el sistema público de pensiones se financia principalmente con las cotizaciones sociales. Estas aportaciones, realizadas tanto por empleadores como por empleados, representan una parte fundamental del sostenimiento del Estado del bienestar. Tal como explica Jesús Fernández-Bravo, presidente del Consejo General de Economistas Asesores Laborales (CGE), el dato del 25,3% hace referencia al peso de estas contribuciones dentro del conjunto de los ingresos del Estado, y no al porcentaje aplicado sobre los salarios. "Este dato refleja una elevada dependencia del sistema público respecto a las cotizaciones para mantener los servicios sociales", señala.
No obstante, si se analiza el indicador que compara las cotizaciones con el PIB -como hace Eurostat-, los países con mayor proporción resultan ser Alemania (15,9%), Eslovenia (15,6%) y República Checa (15,3%). En cuanto a la dependencia global de los ingresos fiscales procedentes de las empresas, España ocupa el cuarto lugar en Europa, solo por detrás de República Checa, Polonia y Eslovaquia, con un 48,8% de su recaudación pública proveniente de las compañías.