(Cinco Días, 08-05-2024) | Mercantil, civil y administrativo

Las rentabilidades de la deuda están retrocediendo desde los máximos alcanzados hace unos meses. Esta tendencia se refleja tanto en el mercado secundario como en el primario, y las emisiones de letras son un claro ejemplo de ello. Aunque las letras siguen ofreciendo rendimientos superiores a la inflación y a las ofertas bancarias, a medida que aumentan las expectativas de una reducción en los tipos de interés, los rendimientos se están alejando de los máximos registrados en 2023. En la primera emisión de mayo, el Tesoro ha captado 5.453 millones de euros en letras a seis y 12 meses a tipos más bajos, ligeramente por debajo de los 5.500 millones que se había marcado como objetivo.

El grueso de la operación, alrededor de 4.079,6 millones de euros, corresponde a la deuda a un año. La rentabilidad marginal ha pasado del 3,449% registrado en la colocación de abril al 3,424% actual. Aunque los rendimientos siguen siendo atractivos, están descendiendo desde el 3,876% registrado a finales del año pasado.

En cuanto a las letras a seis meses, se han colocado 1.373,6 millones a un rendimiento del 3,554%, por debajo del 3,623% de la subasta del mes anterior, siendo la rentabilidad más baja desde junio pasado. La demanda conjunta para ambas referencias ronda los 10.000 millones de euros, lo que equivale a una ratio de cobertura de 2,45 veces la oferta. Esto indica que, aunque los rendimientos se están moderando, la deuda española sigue despertando interés entre los inversores. La incertidumbre política no ha afectado a España en el mercado secundario, ya que la prima de riesgo ha seguido por debajo de los 80 puntos básicos.

La disminución de los rendimientos no ha frenado el interés de los inversores minoristas. La falta de mejora en la remuneración del pasivo por parte de los bancos ha mantenido el liderazgo de la deuda a corto plazo entre este grupo. Las peticiones no competitivas, que provienen en su mayoría de los pequeños ahorradores, alcanzaron los 1.064,26 millones en las letras a seis meses, superando los 927,4 millones de la subasta anterior. Para los títulos a un año, la demanda de los particulares rondó los 1.012,65 millones, ligeramente por debajo de los 1.235,96 millones de la subasta previa.

A pesar de que la inflación aún no alcanza el objetivo del 2%, los precios están descendiendo desde los máximos de 2022 tras el estallido de la guerra en Ucrania. Esta disminución crea un escenario propicio para que el BCE reduzca los tipos de interés el próximo mes de junio, según indican varios de sus miembros. Sin embargo, sigue siendo una incógnita el ritmo de las sucesivas reducciones. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha reiterado que dependerá de los datos económicos que se reciban.

El jueves, el Tesoro volverá al mercado con la venta de deuda a medio y largo plazo, con la expectativa de colocar entre 5.750 y 7.250 millones en bonos y obligaciones.

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