(El Economista, 18-07-2025) | Laboral

Los datos de ING reflejan un acercamiento progresivo entre el mercado laboral del norte y del sur de Europa. Según la entidad, países como España, Grecia, Portugal e Italia han registrado notables reducciones en sus tasas de desempleo desde principios de 2023, con caídas que oscilan entre 0,8 y 2,6 puntos porcentuales. Por el contrario, en economías del norte como Alemania, Países Bajos, Bélgica y Austria se ha producido un leve aumento del paro, llegando hasta 0,8 puntos porcentuales en el caso belga.

Y, contrariamente a lo que podría suponerse, este descenso del desempleo en el sur no se debe únicamente al empleo público. Aunque en países como España el sector público ha contribuido a la creación de empleo, lo mismo ocurre en el norte. Según ING, en España e Italia el mayor crecimiento se ha dado en sectores privados como el comercio mayorista y minorista, lo que refleja un impulso del empleo privado. En Alemania, en cambio, el empleo público ha crecido un 3% desde 2023, mientras que el empleo privado ha disminuido. En España, el empleo público creció un 5%, pero el privado lo hizo en mayor proporción, un 6%.

En países como España o Grecia, el aumento del empleo ha estado liderado por sectores como el comercio, la construcción y los servicios profesionales y científicos, lo que los ha protegido del debilitamiento del sector industrial. Además, este crecimiento ha venido acompañado de mejoras en la productividad, lo cual, en opinión de ING, es la vía más "sana" desde el punto de vista económico, ya que estimula el consumo interno a corto plazo y mejora la eficiencia a largo plazo.

Italia, aunque también ha reducido el desempleo, ha mostrado un desempeño más débil en términos de productividad. Según ING, esto indica una mayor dependencia del empleo intensivo para sostener la producción, lo que genera incertidumbre sobre la viabilidad de su crecimiento a largo plazo, especialmente considerando su situación demográfica desfavorable.

Uno de los elementos más llamativos en el caso español es su baja tasa de vacantes. Aunque a primera vista podría parecer una señal negativa, al implicar menos oportunidades para los 2,5 millones de personas aún desempleadas, ING lo interpreta de forma positiva: sugiere que España no sufre de escasez de trabajadores, al contrario de lo que ocurre en muchos países del norte. Esto significa que los nuevos empleos que se creen podrán ser cubiertos con relativa facilidad, lo que representa una ventaja estructural para el crecimiento futuro.

En cambio, en el norte, una de las principales razones detrás del debilitamiento del mercado laboral es la crisis de su modelo industrial. Estas economías habían apostado por una industria exportadora basada en costes energéticos bajos y una fuerte demanda externa. Sin embargo, el encarecimiento estructural de la energía, la inflación, el encarecimiento del crédito y las nuevas barreras comerciales han dañado esa estrategia.

Más allá de la decadencia del modelo industrial, ING señala otros factores que agravan las diferencias entre el norte y el sur, como el avance de la automatización y la inteligencia artificial. Estas tecnologías, apunta el informe, podrían estar acelerando la destrucción de empleo en sectores industriales, lo que no ocurre con la misma intensidad en los sectores predominantes en el sur.

Esta "crisis industrial" se refleja claramente en el índice PMI del sector manufacturero, que lleva en contracción -por debajo de los 50 puntos- desde junio de 2022. Según datos de mayo de 2025, la producción industrial en Alemania ha caído un 6,6% respecto al año anterior, de acuerdo con la oficina estadística Destatis. Este deterioro ha obligado a empresas emblemáticas como Siemens (que planea recortar 2.850 empleos en Alemania y 6.000 en todo el mundo), Audi (7.500 despidos), Bosch (3.800) o ThyssenKrupp (que reducirá su plantilla un 40%, es decir, 11.000 empleados), a aplicar fuertes ajustes.

Todo esto ha impactado en el empleo alemán, cuya tasa de paro ha subido del 5,7% en 2023 al 6,3% en junio de 2025. Aunque el incremento ha sido moderado, se trata del nivel más alto desde septiembre de 2020, en pleno impacto de la pandemia.

No obstante, esta moderación del mercado laboral del norte es vista con buenos ojos por instituciones como el Bundesbank o el BCE. El banco central alemán señala que, a pesar de ciertos repuntes salariales, es probable que el ritmo de crecimiento de los sueldos se frene, dadas las dificultades actuales del mercado laboral. Por su parte, el BCE señala en su último boletín que los salarios siguen creciendo, pero lo hacen de forma más contenida, y que parte de este impacto está siendo absorbido por los márgenes empresariales, lo que contribuye a estabilizar la inflación subyacente en torno al 2% a medio plazo.

En este contexto, ING concluye que la actual convergencia entre norte y sur en materia laboral es un avance positivo. Considera que, mientras el sur supera parte de su tradicional desempleo estructural, el norte reduce las tensiones provocadas por la falta de mano de obra. Esta tendencia puede ayudar a equilibrar mejor el mercado laboral europeo en su conjunto.

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