(Expansión, 08-04-2024) | Fiscal

El Tribunal Supremo ha respaldado de manera significativa a las empresas al impedir que la Agencia Tributaria utilice errores contables para denegar deducciones sobre gastos a los que tenían derecho. En concreto, el Tribunal permite que las compañías deduzcan gastos contabilizados incorrectamente en ejercicios posteriores, aunque el año de devengo esté prescrito. Los magistrados establecen una única condición: exigen que esta imputación en ejercicios posteriores no resulte en una menor tributación que la que hubiera correspondido si se hubiera contabilizado correctamente en el ejercicio correspondiente.

De este modo, el Supremo interpreta el artículo 11 de la Ley 27/2014 del Impuesto sobre Sociedades (LIS). La sentencia del Tribunal fija criterio al determinar que es procedente deducir un gasto contabilizado de forma incorrecta en un ejercicio posterior al de su devengo, siempre y cuando esta deducción no resulte en una menor tributación comparada con la que hubiera correspondido aplicando la normativa general de imputación temporal, aunque el ejercicio de devengo esté prescrito.

La sentencia respalda a una empresa que dedujo en 2016 gastos devengados en 2009, sin que esto cause una merma de ingresos para el Estado. Según la Justicia, de haberse contabilizado correctamente las facturas extraviadas en el ejercicio adecuado, la base imponible declarada en 2009 habría sido negativa en lugar de positiva, y esto habría generado un saldo inicial de bases imponibles negativas en 2016.

La empresa argumenta que no obtuvo ningún beneficio con su error, sino que sufrió un perjuicio financiero al anticipar el pago de impuestos debido al diferimiento del gasto. Además, asegura que no se produce ni se producirá una menor tributación por la rectificación contable realizada en 2016.

El Tribunal Supremo rechaza los argumentos de la Administración y sostiene que el caso es diferente al analizado previamente. Considera que la contribuyente aplicó una deducción de gasto conforme a la normativa contable, aunque el devengo se hubiera producido en un ejercicio prescrito. Los magistrados invocan el artículo 11.3.1 de la LIS como habilitante para esta deducción.

En conclusión, el Supremo avala la posición de la empresa al demostrar que no se producirá una menor tributación con la deducción realizada. Destaca que el límite esencial es evitar una menor tributación y que, de mantenerse la posición contraria, se generaría una sobreimposición perjudicial para el contribuyente.

¿ESTAS BUSCANDO

ASESORÍA PERSONAL O EMPRESARIAL?

Realiza tu consulta online o ven a visitarnos