(Expansión, 01-10-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La falta de consenso entre republicanos y demócratas para aprobar el presupuesto ha desencadenado el cierre de la Administración federal de Estados Unidos. La medianoche de este miércoles -las 6:01 en la España peninsular- marcó el vencimiento del plazo fijado en el Senado para dar luz verde a una prórroga que asegurara la financiación de los fondos federales. Las negociaciones quedaron bloqueadas y el Gobierno se ha visto obligado a aplicar un cierre parcial. Cuando el país despierte, varias agencias federales habrán dejado de operar debido a la interrupción del flujo de recursos públicos.
Se trata del primer cierre desde 2018, cuando los demócratas se negaron a financiar el Gobierno de Donald Trump en rechazo a su política migratoria, lo que en aquel momento se prolongó más de un mes. Ahora, las discrepancias entre ambos partidos son aún más profundas.
En esta ocasión, los demócratas pedían ampliar los subsidios médicos contemplados en la Ley de Atención Médica Asequible (Obamacare) para evitar que miles de ciudadanos se quedaran sin seguro de salud, además de excluir los recortes a Medicaid y a otros programas sanitarios que los republicanos aprobaron en julio como parte de la reforma fiscal impulsada por Trump.
El rechazo demócrata representa su primer desafío directo a la Casa Blanca. Los republicanos, por su parte, insistieron hasta el último momento en alcanzar un pacto que mantuviera al Gobierno en funcionamiento, con la idea de seguir negociando posteriormente las demandas pendientes. El plazo máximo era el 30 de septiembre a las 23:59, coincidiendo con el cierre del año fiscal, momento en el que debía aprobarse la asignación de fondos para asegurar la operatividad de las agencias gubernamentales.
Hasta el martes, los republicanos solo lograron sumar dos de los siete votos demócratas necesarios en el Senado para sacar adelante una propuesta de financiación temporal que habría extendido la actividad del Gobierno por siete semanas más. Del mismo modo, la alternativa presentada por los demócratas, centrada en reforzar el gasto sanitario, también fracasó al no reunir los apoyos suficientes en la Cámara Alta.
Con 53 senadores frente a 47 demócratas, los republicanos necesitaban 60 votos para alcanzar la mayoría cualificada y evitar lo que ya se anticipaba como inevitable. Ni siquiera la reunión del lunes entre el presidente y los líderes demócratas Hakeem Jeffries y Chuck Schumer logró destrabar el conflicto.
La incógnita ahora es cuánto tiempo se prolongará esta suspensión parcial de actividades, que por el momento no afecta a los servicios esenciales. También queda por ver si los republicanos llevarán a cabo su amenaza de convertir en despidos definitivos la suspensión temporal de miles de funcionarios, como suele ocurrir en cada "shutdown". Ello supondría una nueva ola de ceses en la Administración federal, después de la reducción de personal aplicada a comienzos de año bajo la dirección del magnate Elon Musk al frente del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Ámbitos como la seguridad, las fuerzas armadas, los aeropuertos o la seguridad social continuarán en funcionamiento, aunque con el inconveniente de que los trabajadores de estas áreas no cobrarán hasta que el Congreso apruebe un nuevo presupuesto.
En el cierre más prolongado de la historia reciente, el de 2018, la baja de diez controladores aéreos provocó la suspensión de operaciones en el aeropuerto neoyorquino de LaGuardia y retrasos en otras terminales del noreste y sureste del país. Ese caos aéreo terminó siendo decisivo para que republicanos y demócratas alcanzaran un acuerdo y reabrieran el Gobierno en enero de 2019.