(Expansión, 25-06-2024) | Laboral
La Seguridad Social insta a quienes alcanzarán la edad legal de jubilación en los próximos meses a "seguir trabajando y posponer la jubilación" a cambio de "beneficios significativos": un aumento adicional del 4% de la pensión por cada año extra de trabajo.
El sistema público de pensiones lleva tiempo enfrentando serios desafíos en cuanto a su sostenibilidad financiera debido al creciente gasto en prestaciones, reflejo del envejecimiento de la población. Esto se traduce en un incremento del 16% en el número de pensiones desde 2010, superando los 10,1 millones en la actualidad, junto con un notable aumento en su valor. La pensión media ha aumentado un 59% desde 2010, pasando de 785 euros mensuales a 1.254 en mayo pasado, un salto considerable que se ha acelerado durante los mandatos de Pedro Sánchez, con un incremento acumulado cercano al 26% desde 2019, principalmente debido a la revisión basada exclusivamente en el IPC.
El resultado de esta situación, con más pensiones y pensionistas recibiendo cantidades mayores, es que la nómina mensual de las pensiones alcanzó los 12.732 millones en mayo, 2.972 millones más que en 2019 y casi el doble que en 2010, cuando era de aproximadamente 6.868 millones.
Este aumento exponencial del gasto en pensiones, que en 2023 representó alrededor del 13% del PIB y que, según Bruselas, podría llegar al 17,3% en 2050 debido a la jubilación de la generación del baby boom, ha intensificado las preocupaciones sobre el futuro del sistema, cuya viabilidad sigue comprometida a pesar de las reformas implementadas por el Gobierno en los últimos años.
Entre las medidas adoptadas están los incentivos para retrasar la jubilación más allá de la edad legal. El Ministerio de Inclusión y Seguridad Social ha enviado cartas a quienes están cerca de la jubilación, animándoles a considerar "otras opciones que podrían ser de su interés". Estas cartas, firmadas por la directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, María del Carmen Armesto, recuerdan que el aumento adicional de la pensión será del 4% mensual por cada año de retraso en la jubilación, lo que significaría entre 24 y 127 euros más al mes para las pensiones más bajas y más altas, respectivamente.
Para quienes prefieran recibir este incremento de una sola vez al jubilarse, la cantidad varía entre 4.422,84 euros por año de demora para las pensiones más bajas y 12.140,73 euros para las más altas. Para aquellos que hayan cotizado más de 44,5 años, las cantidades son mayores: entre 4.865,12 y 13.354 euros por año de retraso.
Además, existe una opción híbrida que combina el aumento del 4% por algunos años cotizados con una cantidad a tanto alzado por los restantes, aunque para esto será necesario posponer la jubilación al menos dos años.
También se ofrece la posibilidad de jubilarse y seguir trabajando (y cotizando, aunque menos), recibiendo generalmente el 50% de la pensión. Esta opción, que el Gobierno ya está negociando mejorar con los agentes sociales, está disponible para quienes retrasen un año su retiro tras cumplir la edad ordinaria (65 años para quienes hayan cotizado al menos 38 años y tres meses y, en 2025, 66 años y 8 meses si el periodo cotizado es menor). La Seguridad Social advierte que, "en determinados casos, posponer la jubilación requerirá el acuerdo con la empresa".