(La Vanguardia, 02-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo

El euríbor ha cerrado mayo con una nueva bajada, la cuarta consecutiva, y se sitúa en el 2,081%, su nivel más bajo desde agosto de 2022. Este descenso responde a los datos positivos de inflación en la eurozona -actualmente en el 2,2%- y al temor de una desaceleración económica debido a la creciente tensión comercial, lo que está impulsando al Banco Central Europeo a considerar nuevas reducciones de los tipos de interés.

Aunque la diferencia respecto a abril (cuando el euríbor marcó un 2,143%) es pequeña, su impacto en las hipotecas será notable, ya que se compara con el dato de hace un año, que era mucho más elevado: en mayo de 2024 estaba en el 3,680%. Esta bajada interanual -la más pronunciada desde diciembre de 2009- puede traducirse en un ahorro de unos 137 euros mensuales o 1.644 euros anuales para quienes tengan una hipoteca media, estimada en 145.673 euros a 25 años, según el INE.

Desde que alcanzó su pico en octubre de 2023, la caída del euríbor ha generado un doble efecto. Por un lado, los titulares de hipotecas a tipo variable están viendo reducciones considerables en sus cuotas, lo que les permite liberar recursos para el consumo, el ahorro o la inversión. Por otro, los compradores que buscan adquirir una vivienda -ya sea por decisión previa o para escapar del elevado precio del alquiler- encuentran ahora condiciones más accesibles, dado que los bancos han rebajado los intereses, facilitando la concesión de préstamos.

Este contexto ha impulsado las transacciones inmobiliarias, que han alcanzado su mayor ritmo desde el estallido de la burbuja en España, con más de 180.000 compraventas en el primer trimestre de 2025. A diferencia de lo sucedido en los años previos a la crisis de 2008, el mercado no muestra síntomas de sobrecalentamiento, en gran medida porque las entidades financieras, sujetas a una regulación más estricta, financian una menor proporción del precio de compra.

Antonio Gallardo, analista económico de Asufin, destaca que mayo ha sido un mes más estable para el euríbor, especialmente tras un abril turbulento, marcado por la incertidumbre generada por decisiones comerciales del presidente estadounidense, Donald Trump. "El contexto ha sido más tranquilo. Se ha elegido al nuevo canciller alemán y la tendencia sigue siendo bajista, aunque sin sobresaltos importantes", afirma.

Durante el mes, el euríbor bajó en 12 sesiones, subió en 8 y se mantuvo estable en una. Según el INE, el tipo de interés medio de las hipotecas firmadas en marzo ya bajó del 3%, situándose en el 2,97%. Ese mes, tanto el número de hipotecas como el capital prestado crecieron de forma notable -un 44,5% y un 65,2% respectivamente-, lo que refleja cómo las mejores condiciones crediticias están animando a muchos compradores. Parte de este repunte, no obstante, puede explicarse por el efecto calendario de Semana Santa, que en 2024 se celebró en abril y en 2023, en marzo.

Desde el comparador iAhorro señalan que, si el BCE aprueba una nueva rebaja de tipos la próxima semana, es probable que el euríbor caiga por debajo del 2% diario en junio. Además, destacan que la fuerte bajada del euríbor está cambiando el panorama hipotecario: la cuota de las hipotecas variables es prácticamente inexistente, y la mayoría de los nuevos contratos se reparten entre tipos fijos y mixtos. En marzo, el 49,12% de los clientes de iAhorro optaron por hipotecas fijas y el 50,88% por mixtas.

En los registros oficiales del INE, las hipotecas a tipo fijo siguen predominando, con un 66,8% en marzo, su nivel más alto desde enero de 2023.

El mercado espera que el Banco Central Europeo rebaje nuevamente los tipos de interés la próxima semana, situándolos en el 2%. Sería la séptima reducción en menos de un año, y la sexta de forma consecutiva. Factores como la guerra comercial -que por ahora no ha provocado represalias por parte de Bruselas y que, por tanto, se considera desinflacionaria- o la apreciación del euro frente al dólar -que abarata las importaciones- están ayudando a contener los precios.

También contribuye la moderación salarial: los sueldos en la eurozona crecieron un 2,4% en el primer trimestre, una cifra muy inferior al 4,1% del último trimestre de 2024 o al 5,4% del tercero, lo que despeja el temor a una espiral inflacionista de precios y salarios, y deja más margen al BCE para seguir bajando los tipos.

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