(Cinco Días, 12-04-2024) | Mercantil, civil y administrativo

El Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado las expectativas al mantener los tipos sin cambios en su nivel más alto desde 2001, pero ha allanado el camino para un primer recorte en junio. La presidenta Christine Lagarde y su equipo han señalado que las perspectivas de inflación están mejorando, lo que abrirá la puerta a reducciones de tipos en la próxima reunión. Según el BCE, los datos más recientes han confirmado la visión del Consejo de Gobierno sobre una desaceleración de la inflación a medio plazo, acercándose al objetivo del 2%.

El descenso de los precios se atribuye principalmente a los alimentos y los bienes. Además, "la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente están disminuyendo, el crecimiento de los salarios se está moderando gradualmente y las empresas están absorbiendo parte del incremento de los costes laborales en sus beneficios". De esta manera, el BCE observa un continuo proceso de desinflación en la zona euro, mientras que las condiciones de financiación "siguen siendo restrictivas" y los tipos de interés "continúan frenando la demanda", factores que contribuyen a reducir la inflación a expensas de un menor crecimiento.

Aunque el BCE reconoce que "las presiones inflacionistas internas son intensas y mantienen la inflación de los precios de los servicios en niveles elevados", estas presiones no son suficientes para justificar la prolongación de la estabilidad de los tipos de interés. Aunque el comunicado del BCE no hace referencia explícita a la reunión del 6 de junio, el mercado espera con gran sorpresa un recorte de tipos en esa fecha. De hecho, el BCE ha eliminado del comunicado la referencia de que los tipos actuales, "mantenidos durante un periodo suficientemente largo, contribuirán de forma significativa" a alcanzar el objetivo de inflación del 2%.

La reunión de abril dejó de ser relevante en el calendario de los grandes inversores, que a finales del año pasado apostaban por un primer recorte de tipos en este mes. Sin embargo, Lagarde y los miembros del BCE ya habían reducido las expectativas de recortes, dejando la primera fecha para junio. El último dato de inflación en la eurozona fue del 2,4% en marzo, mostrando una ligera moderación respecto a febrero, un cambio que el mercado no anticipaba.

Así, el IPC europeo continúa aproximándose al objetivo del 2% a medio plazo del BCE, que pronosticó un promedio del 2,3% para el conjunto del año en marzo.

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