(Expansión, 12-09-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La autoridad monetaria ha decidido mantener sin cambios el coste del dinero, apoyada en una inflación estable en el 2%. Los mercados siguen atentos en busca de señales que indiquen si podría haber nuevas reducciones en el futuro. Con firmeza, el Banco Central Europeo (BCE) comunicó hoy que los tipos de interés continúan en el 2%. La institución considera que atraviesa un momento adecuado para manejar la actual incertidumbre y opta por congelar el precio del dinero por segunda reunión consecutiva.
No se producía una situación similar desde mayo de 2024, justo antes de iniciar el ciclo de rebajas en las tasas, lo que confirma el giro de rumbo en la estrategia del BCE. Atrás han quedado los bruscos ajustes, tanto al alza como a la baja, que marcaron su política en los últimos años. "Estamos en una posición sólida. La inflación está en el nivel que buscábamos", afirmó Christine Lagarde, presidenta del organismo.
Con el 2% alcanzado, el BCE celebra haber logrado su meta de estabilidad de precios tras una prolongada batalla. Aunque sigue vigilante ante los riesgos que acechan a la eurozona, ahora puede tomarse más tiempo para sustentar sus decisiones con datos. Las amenazas son menores: el acuerdo comercial firmado entre la Unión Europea y Estados Unidos, aunque menos favorable que el escenario de referencia, resulta mucho mejor que la hipótesis adversa, reduciendo así la incertidumbre.
Algunos miembros del Consejo de Gobierno llegaban a la cita abiertos a plantear un nuevo recorte, pero finalmente hubo consenso absoluto en que lo más prudente era mantener la pausa. "La decisión fue unánime", se limitó a señalar Lagarde.
La novedad del encuentro estuvo en las expectativas sobre los próximos pasos. Aunque sin marcar un rumbo fijo, Lagarde descartó de forma implícita más rebajas de tipos al afirmar que "el proceso desinflacionario ha concluido". De ese modo, dio a entender que el nivel actual del 2% podría representar el punto final de las bajadas, aunque por cautela evitó afirmarlo de manera explícita.
Esta tesis se refuerza con la lectura de las nuevas previsiones macroeconómicas. Lagarde restó importancia a que la inflación proyectada para 2026 y 2027 quede por debajo del objetivo del 2%, recordando que la estrategia revisada permite tolerar desviaciones menores.
Las proyecciones, en cualquier caso, ofrecen luces y sombras. Para 2026 la inflación repuntaría al 1,7%, dejando atrás el 1,6% que inquietaba a los miembros más prudentes del Consejo. No obstante, en 2027 volvería a situarse por debajo de la meta, reflejando cierta debilidad persistente. En este contexto, el mensaje de Lagarde de que no habrá más recortes se interpreta en los mercados como toda una declaración de intenciones. "El listón para que el BCE flexibilice su política es ahora mucho más alto", señaló Frederik Ducrozet, director de análisis macroeconómico en Pictet WM, quien incluso se pregunta si el ala más dura de la institución ha tomado las riendas.
En cuanto al crecimiento, las previsiones también mejoran: el PIB de la eurozona se revisa al alza este año, del 0,9% al 1,2%, pese a que el acuerdo con Estados Unidos resulta algo menos favorable que lo previsto. Para el próximo año, el avance se modera al 1%, en línea con lo proyectado en junio y lejos de cualquier riesgo inmediato de recesión.