(Expansión, 04-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Un nuevo recorte se avecina, aunque ya se empieza a vislumbrar el final del ciclo. Esa parece ser la lectura del Banco Central Europeo (BCE), que mañana celebrará una nueva reunión de política monetaria en la que, salvo una gran sorpresa, volverá a reducir los tipos de interés, situándolos en el 2%.
Será la octava rebaja dentro del actual proceso de flexibilización monetaria y la séptima consecutiva, lo que dejará el tipo de interés en su nivel más bajo desde diciembre de 2022. Con un respaldo mayoritario prácticamente garantizado, el BCE habrá logrado implementar este ajuste de 200 puntos básicos con un alto grado de acuerdo interno, lo que ha facilitado tanto la rapidez como la ejecución del proceso.
Sin embargo, este consenso podría estar llegando a su fin. La rebaja de tipos prevista para mañana podría ser la última que se apruebe con tanta facilidad. A partir de ahora, quienes dentro del BCE quieran seguir promoviendo una política más expansiva tendrán que argumentar con mayor firmeza y enfrentarse a un debate más intenso. Así lo sugiere el cambio de tono en el Consejo de Gobierno, donde los sectores más conservadores (los llamados "halcones") mantienen su postura firme, mientras que los más proclives al estímulo económico (las "palomas") han adoptado una actitud más cautelosa.
Entre las señales más destacadas está la advertencia de Yannis Stournaras, gobernador del Banco de Grecia, quien ha afirmado: "En junio recortaremos los tipos una vez más y después habrá una pausa". Por su parte, Fabio Panetta, gobernador del Banco de Italia y uno de los más activos defensores de los recortes, ha reconocido que "los ajustes ya realizados reducen significativamente el margen para seguir bajando".
Los inversores también han ajustado sus previsiones en función de estas declaraciones. Si bien antes se esperaba que los tipos se redujeran más profundamente, ahora los mercados anticipan una bajada en junio y, quizás, otra más en la segunda mitad del año. Según estas previsiones, el ciclo se cerraría con los tipos en el 1,75%.
No obstante, todavía no está claro hasta dónde llegará el BCE con esta estrategia. La evolución de la política monetaria en Europa dependerá en gran medida del desarrollo de la guerra comercial con Estados Unidos, un factor que influye notablemente tanto en el crecimiento económico como en la inflación.
Y como estas negociaciones entre la Unión Europea y el expresidente Donald Trump podrían extenderse más allá de junio, es probable que Christine Lagarde, presidenta del BCE, no pueda ofrecer mañana una orientación clara y definitiva sobre los próximos pasos del organismo.