(Cinco Días, 28-05-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El Banco de España ha instado a las entidades financieras a fortalecer su capital. En su Informe de Estabilidad Financiera, el organismo supervisor advierte que, aunque los bancos españoles han logrado beneficios elevados en los últimos años, estos recursos se han destinado mayoritariamente a retribuir a los accionistas mediante dividendos y programas de recompra de acciones, en lugar de reforzar su capacidad de solvencia.
"Actualmente, el reparto de dividendos no representa una amenaza para la estabilidad del sistema, pero sí limita la acumulación de reservas que podrían utilizarse ante posibles riesgos. Dada la rentabilidad actual del sector y el contexto de incertidumbre, es un buen momento para destinar más recursos a consolidar el capital", ha explicado Daniel Pérez Cid, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, durante la presentación del informe.
El documento subraya que el sistema bancario español está preparado para afrontar una crisis, aunque sigue por debajo de otros sistemas europeos en cuanto a los niveles de capital de reserva disponibles. "La ratio de capital de las entidades españolas se sitúa por debajo de la media de los principales sistemas bancarios de la UE, aunque su ratio de apalancamiento es similar", señala el informe.
Según los datos publicados, la ratio CET1 -que mide el capital de mayor calidad en relación con los activos ponderados por riesgo- subió en 2024 del 13,2% al 13,5%. Sin embargo, esta cifra sigue siendo inferior a la de países como Alemania, Francia, Italia o Países Bajos, donde se supera el 16%.
A pesar de ello, el Banco de España reconoce que la generosa retribución al accionista ha hecho más atractiva la inversión en banca. En este sentido, señala que las entidades españolas e italianas se encuentran entre las que presentan mayor capitalización bursátil en relación con su valor contable. Además, la rentabilidad de la banca española se sitúa en cabeza, con un ROE del 14,1% en 2024 -el más alto en diez años- tras un aumento de 170 puntos básicos.
Por otra parte, el informe identifica una "moderada sobrevaloración" en el precio de la vivienda en España. En el segundo semestre de 2024 se registraron 367.000 compraventas, lo que supone un incremento del 2,3% respecto al semestre anterior y del 16,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior, a pesar de que los precios subieron un 11%.
"El precio de la vivienda sigue en ascenso, impulsado por una demanda sólida y una oferta limitada. La vivienda nueva es la que más se ha revalorizado, con un aumento interanual del 11% en el segundo semestre, el mayor desde 2007", recoge el informe. Pérez Cid ha añadido que "los precios están algo por encima de su valor de equilibrio, pero el nivel de sobrevaloración sigue siendo contenido".
El Banco de España atribuye este dinamismo a la creación de 180.000 nuevos hogares y a la bajada de los costes de financiación, resultado de las decisiones del Banco Central Europeo sobre los tipos de interés. No obstante, advierte que la oferta inmobiliaria no ha respondido con la misma rapidez. A finales de 2024, el precio real de la vivienda se situaba un 11,5% por encima del nivel anterior a la pandemia, equiparándose al de 2004, pero aún un 22% por debajo del pico alcanzado antes de la crisis financiera mundial.
En lo relativo al crédito hipotecario, el Banco de España destaca que los bancos siguen aplicando criterios prudentes. La ratio loan-to-value -que refleja qué porcentaje del precio de la vivienda se financia mediante hipoteca- se mantiene, de media, en el 70%. Solo en el 12% de las operaciones se ha concedido financiación por encima del 80% del valor del inmueble, lo que refleja una política más restrictiva que la de otros países europeos.