(El Periódico, 09-07-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El Banco de España ha decidido avanzar en el plan establecido hace un año y ha iniciado el procedimiento para exigir a los bancos que incrementen el denominado "colchón de capital anticíclico" del 0,5% actual al 1%, a partir de octubre de 2025. No obstante, esta exigencia no será efectiva hasta octubre de 2026.
El organismo, presidido actualmente por José Luis Escrivá, da así continuidad a la estrategia impulsada por su predecesor, Pablo Hernández de Cos, quien en mayo de 2024 activó por primera vez esta medida con el objetivo de reforzar la resistencia del sistema financiero frente a futuras crisis. La implementación se estableció en dos etapas, a lo largo de dos años, y pese a las críticas de las entidades financieras.
Según las estimaciones realizadas en ese momento, alcanzar un colchón del 1% implica que el sector bancario deberá disponer de 7.500 millones de euros adicionales en capital. La primera fase, que fija una exigencia del 0,5% (equivalente a 3.750 millones de euros), se activará en octubre de 2024 y se aplicará a partir de octubre de 2025. Ahora, el Banco de España abre el proceso de consulta pública para establecer la segunda fase, también de 0,5 puntos, que se activará un año más tarde, aunque no será exigible hasta octubre de 2026.
Desde el punto de vista del sector bancario, la puesta en marcha de este colchón implica una menor capacidad para conceder créditos en el corto plazo, a cambio de tener más margen de maniobra en escenarios económicos adversos en el futuro.
La estrategia diseñada por Hernández de Cos respondía a un nivel de riesgo sistémico "intermedio", es decir, ni bajo ni crítico, y la evaluación actual de Escrivá mantiene ese mismo diagnóstico. A pesar de un entorno internacional más incierto, marcado por tensiones geopolíticas y factores macrofinancieros, el Banco de España considera que el nivel de riesgo cíclico no ha cambiado.
Paralelamente, y en línea con las recomendaciones europeas, la institución está evaluando la posibilidad de imponer restricciones en la concesión de créditos -especialmente hipotecarios- como medida preventiva frente a posibles burbujas. En su último Informe de Estabilidad Financiera de primavera, el organismo apuntó que hay un consenso creciente a nivel internacional sobre la conveniencia de establecer límites estructurales en las condiciones de concesión de préstamos. Actualmente, solo tres países de la Unión Bancaria -España, Alemania e Italia- no han implementado todavía este tipo de regulaciones.
El colchón de capital anticíclico, según lo define el Banco de España, es una herramienta macroprudencial que permite reforzar la solidez de las entidades financieras acumulando capital en épocas de crecimiento económico -cuando tienden a generarse riesgos sistémicos-, para poder utilizarlo en momentos de tensión o crisis que amenacen la estabilidad del sistema.
Esta medida fue creada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en 2010 y está disponible desde 2016. Aunque en España no se había activado hasta ahora, ya está en funcionamiento en otros 13 países europeos, como Alemania, Francia, Bélgica, Irlanda, Holanda, Luxemburgo, Lituania, Hungría o Bulgaria. Por el contrario, países como Portugal e Italia aún no la han puesto en marcha.