(El Confidencial, 28-03-2024) | Mercantil, civil y administrativo

Un resultado sin precedentes, en parte impulsado por el aumento de los tipos de interés que se pagan a los bancos comerciales, ha llevado a que la entidad no realice su habitual contribución a las finanzas públicas. Los estados financieros publicados este miércoles revelan que el año pasado la diferencia entre los gastos y los ingresos fue de 6.612 millones de euros, lo que ha obligado al banco central a aplicar provisiones por esa cantidad para equilibrar el resultado del ejercicio.

El Banco de España anticipa que la falta de beneficios, situación que también experimentan el Banco Central Europeo (BCE) y otras entidades centrales de la eurozona, persistirá durante "algunos ejercicios más". No obstante, esta situación no compromete la capacidad para cumplir con sus funciones, según ha destacado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una publicación en la página web de la entidad. En 2022, el banco acumuló una provisión de 33.000 millones de euros, lo que servirá como un colchón para "cubrir con amplitud el desajuste temporal entre ingresos y gastos financieros", afirmó el gobernador.

Las políticas monetarias no convencionales de la última década, combinadas con los aumentos de los tipos de interés iniciados en 2022 para combatir la inflación, explican esta nueva situación, que marca el fin de un ciclo expansivo en el que el Banco de España había generado beneficios medios de 2.116 millones de euros anuales entre 2014 y 2022. Los ingresos netos por intereses de la entidad en 2023 reflejan un cambio significativo, pasando de 4.190,30 millones de euros en el ejercicio anterior a una cifra negativa de 8.900,69 millones el año pasado. En total, los ingresos netos han disminuido de 2.982,27 millones de euros en 2022 (año que cerró con un beneficio neto de 2.402,60 millones) a 624,17 millones en 2023. Además, los depósitos en euros mantenidos por entidades de crédito de la eurozona también aumentaron, pasando de 247.502,15 millones a 257.755,85 millones.

El desequilibrio entre ingresos y gastos financieros del Banco de España es similar al observado en otros bancos centrales de todo el mundo, frente a un entorno de tipos de interés elevados que ha afectado sus balances. El BCE, por ejemplo, utilizó 1.600 millones de sus provisiones de riesgos financieros para neutralizar su resultado neto en 2022 y registró pérdidas por valor de 1.266 millones en 2023 después de utilizar la totalidad de sus provisiones para riesgos financieros (6.620 millones). En España, los bancos comerciales han recurrido a la facilidad de depósito del banco central para obtener una remuneración a un tipo de interés establecido por el BCE, que ha pasado de ser un 0,50% negativo a mediados de 2022 al 4%, lo que ha impactado en las cuentas del Banco de España.

Ante la ausencia de beneficios, el Banco de España no realizará ninguna contribución al Tesoro Público, que normalmente representa el 90% de sus beneficios. El año pasado, la entidad aportó 2.162 millones de euros a las arcas públicas, la cifra más alta desde 2014 (2.267 millones en ese ejercicio). Esta contribución alcanzó su nivel mínimo en 2016, con 1.462,19 millones, y su punto máximo en 2012, con 3.460,71 millones.

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