(El Periódico, 10-10-2025) | Laboral
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado este jueves que su departamento planea ampliar los permisos por fallecimiento hasta diez días y crear un nuevo permiso específico para el cuidado de familiares en situación de paliativos. "Nadie puede reincorporarse al trabajo dos días después de perder a un padre, una madre, un hijo o un amigo", argumentó Díaz, extendiendo esa reflexión también a quienes deben atender a un familiar gravemente enfermo. La ministra explicó que la propuesta ya ha sido debatida y consensuada con la parte socialista del Gobierno, aunque todavía no se ha fijado una fecha para su aprobación, que requerirá de un Real Decreto Ley para modificar el Estatuto de los Trabajadores y su posterior validación en el Parlamento.
En la actualidad, el Estatuto solo contempla dos días de permiso por fallecimiento de un familiar hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad (cuatro si se requiere desplazamiento). Este año se amplió el permiso por hospitalización a cinco días, pero no se modificó el de duelo.
Durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, Díaz sostuvo que la productividad laboral también depende del bienestar emocional de los trabajadores: "En España se obliga a la gente a trabajar en circunstancias difíciles. Nadie puede rendir bien tras perder a un ser querido o cuando tiene a su hija en cuidados paliativos". Por ello, adelantó que su ministerio ya tiene redactado un borrador de Real Decreto Ley para extender los permisos de duelo hasta los diez días, aunque aún se está definiendo qué grado de parentesco cubrirá la medida, ya que el de afinidad "puede ser motivo de debate".
La ministra pidió además a los empresarios que acojan esta medida con empatía, recordando que "diez días no es mucho" y que otros países europeos ofrecen permisos más amplios. En Portugal, por ejemplo, el permiso por fallecimiento de un cónyuge o hijo es de 20 días, mientras que en el caso de padres o suegros es de cinco, y para abuelos, nietos o hermanos, dos días.
En su intervención, Díaz también se refirió a otros temas laborales, como la negociación del salario mínimo interprofesional (SMI) para el próximo año. Recordó que España está obligada a situar el SMI en el 60% del salario medio y señaló que la cifra final dependerá de si se tiene en cuenta la tributación. "Prefiero un acuerdo con un SMI algo menor a que no haya acuerdo y se imponga uno más alto", admitió, en referencia a las tensiones con la CEOE y el Ministerio de Hacienda.
Respecto al registro horario, una norma reactivada tras el bloqueo de la ley de reducción de jornada, Díaz insistió en que las empresas deben "estar del lado de la legalidad" y cuestionó las resistencias patronales: "¿A qué temen si se trata solo de tener registros fiables?". Recordó que millones de horas extras no se pagan en España, y que su control permitiría reducir esta práctica irregular.
En cuanto al proyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, la ministra criticó duramente a los partidos que lo rechazaron: "Las tres derechas tumbaron una norma que beneficiaba a 12,5 millones de trabajadores y a las pymes y autónomos, que son el corazón de nuestra economía. Fue una decisión ideológica, no práctica".
Finalmente, a pocos meses del nuevo ciclo electoral, con elecciones previstas en Castilla y León y Andalucía, Díaz también habló como líder de Sumar, reivindicando que su formación ha sido la impulsora de "los grandes avances sociales" del Gobierno. "A veces me preguntan en qué se diferencia Sumar del PSOE, y yo les respondo: en casi todo", concluyó.