(Cinco Días, 11-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Estados Unidos y China han alcanzado un acuerdo preliminar que servirá como base para avanzar en la tregua comercial que pactaron el mes pasado y tratar de poner fin a la denominada guerra de aranceles. Según medios estatales chinos citados por Associated Press, los detalles de este nuevo marco, acordado tras dos días de intensas negociaciones en Londres, se darán a conocer hoy.
Este entendimiento inicial representa un punto de partida común sobre el cual se apoyarán los próximos encuentros entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump, tras los contactos que mantuvieron la semana pasada. Li Chenggang, integrante del equipo negociador chino, indicó a la agencia estatal Xinhua que ambas delegaciones sostuvieron conversaciones "profesionales, racionales, profundas y sinceras" durante los últimos dos días.
Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, expresó este miércoles en Pekín que "las políticas comerciales coercitivas no solucionan los desequilibrios" y subrayó la necesidad de "actuar" para "prevenir una escalada de tensiones perjudiciales para todas las partes" a nivel global.
Durante su visita a la capital china, donde se reúne con representantes del Banco Popular de China, Lagarde destacó ayer en la red social X que "en los últimos años han aumentado las tensiones comerciales y el complejo entorno geopolítico, lo que complica cada vez más la cooperación internacional".
A su juicio, es esencial que todos los actores trabajen para "preservar la cooperación", especialmente en un contexto donde la globalización ha avanzado en un mundo en el que no todos los países comparten las mismas garantías de seguridad. Lagarde advirtió que "crecen las fricciones entre regiones con intereses geopolíticos divergentes", mientras que al mismo tiempo "la interdependencia económica es más profunda que nunca".
"Históricamente, las medidas unilaterales para enfrentar fricciones globales han sido insuficientes", afirmó. "Esto implica que, aunque el incentivo para colaborar disminuye, los costos de no hacerlo aumentan significativamente", añadió. Finalmente, sostuvo que "las políticas comerciales coercitivas no son una respuesta duradera. El proteccionismo intenta corregir desequilibrios, pero no aborda sus causas fundamentales, y en cambio debilita las bases de la prosperidad global".