(Expansión, 20-06-2025) | Fiscal
La economía española seguirá creciendo este año, aunque a un ritmo más moderado que en ejercicios anteriores. Este menor dinamismo se debe, en gran medida, a la debilidad económica del conjunto de la eurozona y a la incertidumbre generada por las tensiones comerciales internacionales, especialmente por la amenaza de una guerra arancelaria por parte de Estados Unidos. A pesar de ello, el crecimiento será desigual entre las distintas regiones del país. El turismo internacional se perfila como uno de los motores principales del PIB, favoreciendo particularmente a comunidades como Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana, donde se prevé un crecimiento superior al 3%. En cambio, regiones con menor dependencia del turismo, como Asturias, Cantabria o Aragón, mostrarán un avance más limitado.
Según las previsiones de BBVA Research, el Producto Interior Bruto nacional aumentará un 2,5% en 2025, lo que representa una desaceleración de siete décimas respecto al año anterior. Este avance estará encabezado por Canarias (3,4%), seguida por Baleares (3,2%) y la Comunidad Valenciana (3,1%). También experimentarán un crecimiento por encima del promedio nacional Murcia (2,8%), Andalucía (2,7%), así como Madrid y Cataluña (ambas con un 2,6%). Este mejor comportamiento se atribuye al empuje del turismo y a la fortaleza de las exportaciones de servicios, en contraposición con la vulnerabilidad de aquellas comunidades más expuestas al comercio de mercancías, afectadas por la creciente incertidumbre internacional.
El informe destaca que las exportaciones de servicios, incluyendo el turismo, continúan mostrando un desempeño positivo, lo cual beneficia especialmente a las regiones insulares y a la Comunidad Valenciana, que además se ha visto reforzada por inversiones orientadas a la recuperación tras los daños causados por la DANA. De igual forma, Murcia y Andalucía están siendo favorecidas por el buen comportamiento del turismo, al igual que Cataluña, aunque en su caso también pesa la relevancia de su sector industrial exportador, más impactado por el entorno global. Madrid, por su parte, se ve beneficiada por el fuerte crecimiento de las exportaciones de servicios profesionales.
Los datos de los primeros cuatro meses del año reflejan un crecimiento notable del turismo internacional, con un aumento del 7,1% en el número de visitantes y del 9,3% en el gasto realizado, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta demanda ha superado claramente a la oferta, lo que ha permitido al sector turístico incrementar los precios y mejorar los márgenes de beneficios. Además, el peso de los servicios vinculados a la restauración y el alojamiento ha aumentado en las pautas de consumo tanto en España como en países emisores de turistas como Francia y Alemania. Esto está incentivando la inversión en infraestructuras turísticas, sobre todo en regiones como la Comunidad Valenciana, Madrid y Andalucía, donde se espera que este dinamismo sostenga la demanda.
Por el contrario, algunas comunidades avanzarán a un ritmo más lento, con incrementos del PIB por debajo del 2%. Es el caso de Asturias y Cantabria, ambas con un crecimiento estimado del 1,8%, y de Aragón, con un 1,9%. También estarán por debajo del promedio Castilla y León (2%), Extremadura (2,1%), Navarra (2,2%), así como País Vasco y Galicia (2,3%). La Rioja y Castilla-La Mancha crecerán en línea con la media nacional (2,5%). La menor expansión en estas regiones, donde el consumo y las exportaciones de bienes tienen un peso importante en la economía, se explica por una menor demanda interna y el impacto negativo de la incertidumbre comercial global. El deterioro en las exportaciones de mercancías y su elevada exposición a los cambios en la política comercial mundial están detrás de esta pérdida de impulso.
BBVA Research también advierte que la economía española se encuentra en un proceso de desaceleración que continuará el próximo año. Sus estimaciones indican que el PIB avanzará un 2,5% en 2025, pero el ritmo se reducirá aún más en 2026, con un crecimiento previsto del 1,7%. Esta ralentización responde a factores estructurales como la escasez de vivienda, la débil respuesta de la inversión ante la mejora de las condiciones económicas y el menor dinamismo del consumo.
Este enfriamiento económico tampoco será uniforme entre las comunidades. Mientras que en 2025 las regiones turísticas liderarán el crecimiento, en 2026 algunas de ellas verán recortadas significativamente sus tasas de avance. Por ejemplo, Canarias y Baleares pasarán a crecer solo un 1,7% y un 1,6%, respectivamente. En cambio, la Comunidad Valenciana mantendría el liderazgo, con un crecimiento del 2,4%, gracias a las políticas de estímulo tras la DANA. Madrid también destacaría, impulsada por sus exportaciones de servicios profesionales, con un crecimiento del 1,9%.
En sentido opuesto, las comunidades más industrializadas continuarán rezagadas. Es el caso de La Rioja y el País Vasco, que crecerían un 1,4%, seguidas por Cataluña, Galicia, Castilla y León, Asturias y Extremadura, todas con un 1,5%. No obstante, hay un aspecto positivo: pese al envejecimiento de la población en varias de estas regiones, los flujos migratorios ayudarán a sostener el crecimiento del empleo y de la población activa, lo que podría dar algo de soporte a la economía en los próximos años.