(El Periódico, 12-11-2025) | Fiscal
El gobierno municipal de Barcelona, liderado por Jaume Collboni, ha logrado el respaldo de Barcelona en Comú (BComú) para aprobar las ordenanzas fiscales de 2026, tras alcanzar un acuerdo que incluye incrementar la presión fiscal sobre los hoteles, regular el comercio considerado "no deseado" y promover la regeneración del barrio del Besòs i el Maresme.
En una comparecencia conjunta este viernes con la líder de los Comuns en la ciudad, Janet Sanz, el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, celebró el pacto y destacó la importancia de la cooperación entre las formaciones progresistas: "Es fundamental que las fuerzas de izquierda sepamos entendernos. A veces es sencillo y otras no tanto, pero hoy damos un paso significativo hacia adelante", afirmó.
Por su parte, Sanz valoró positivamente la disposición del ejecutivo de Collboni para llegar a consensos: "En Barcelona, las izquierdas somos mayoría y, cuando existe voluntad política -especialmente por parte del gobierno-, se pueden alcanzar acuerdos que realmente mejoren la vida de la ciudadanía", subrayó.
Entre los compromisos adquiridos, el Ayuntamiento elevará el tipo del IBI aplicado a los establecimientos de ocio y hostelería, que afecta principalmente a los hoteles, pasando del 1,17% al 1,30%, el máximo legal permitido. Además, el consistorio estudiará la posibilidad de prohibir que los propietarios trasladen el coste del IBI a los inquilinos y presentará al Gobierno una propuesta para modificar la Ley de Haciendas Locales, con el fin de introducir un IBI progresivo según el número de viviendas que posea cada propietario.
En cuanto al comercio de proximidad, socialistas y comunes han acordado usar los "planes de uso" para limitar la expansión de actividades consideradas de escaso valor comercial, como los supermercados abiertos las 24 horas, tiendas de telefonía móvil o salones de manicura, así como frenar la proliferación de franquicias en los barrios.