(El Economista, 22-07-2024) | Laboral
La educación superior atraviesa un momento decisivo, en el que la demanda de estudios universitarios se adapta más rápidamente a las necesidades del mercado laboral que la oferta educativa de las universidades públicas. Esta es una de las principales conclusiones del último número de Papeles de Economía Española, una publicación de Funcas que examina los retos y oportunidades para el futuro de la educación superior en España.
El informe, titulado "Desafíos y oportunidades para el futuro de la educación superior", analiza cómo la digitalización, la inteligencia artificial (IA) y la nueva demografía estudiantil están transformando las universidades. Los autores, Aitor Lacuesta, Marta Martínez-Matute, Jorge Sainz e Ismael Sanz, presentan datos que muestran un incremento en los desajustes entre la oferta y la demanda de titulaciones, especialmente tras la pandemia. Las notas de corte para los estudios con mayores expectativas salariales han aumentado, reflejando una mayor demanda, mientras que la oferta de plazas en universidades públicas no ha seguido esta tendencia.
Iván Zamarrón, coordinador de Innovación y Desarrollo de Oferta Académica de la Universidad Nebrija, comenta sobre los recientes cambios en la oferta de plazas en las universidades públicas en relación con el mercado laboral: "La transformación digital que afecta al mercado laboral ha impactado también a la oferta pública en las ramas de Ingeniería y Tecnología, donde la universidad pública tiene más oferta, superando a Humanidades y Arte." Zamarrón explica que hay una creciente sensibilidad en la universidad pública hacia la renovación y actualización de su oferta clásica, buscando responder a los desafíos que plantea la empresa del siglo XXI. Según él, las universidades están adaptando sus programas para alinearse mejor con las demandas actuales del mercado laboral, especialmente en áreas tecnológicas.
Zamarrón criticó que la oficialización de títulos competitivos no puede sostenerse sobre la obligatoriedad, para el centro universitario promotor del nuevo título avanzado (grado y máster universitario), de contar con un claustro docente alejado de la investigación aplicada y del conocimiento práctico actualizado vinculado al tejido empresarial. "La falta de perspectiva del conjunto de la Comunidad Educativa -los que la rigen, eminentemente, y sus excesos regulatorios- está estrangulando la innovación académica española hacia nuevos títulos que formen a las nuevas generaciones en torno a los temas críticos de la economía productiva real, y así competir frente al mundo anglosajón, noreuropeo o asiático: Computación, Robótica y Automática, Ciberseguridad y Cloud Computing, Construcción Digital, etc.", concluye.
Por su parte, Jorge Pérez Serrano, vicerrector de Estudios de Grado y Acceso de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), considera que la universidad pública "tiene la obligación de atender las demandas de las profesiones que conforman el espectro de la sociedad derivada de los estudios universitarios, tanto las más tradicionales como las innovadoras". Destaca que las carreras tradicionales están bien establecidas en nuestro ideario.
"El problema surge cuando tenemos nuevos ámbitos de conocimiento o especializaciones que generan una demanda inminente de profesionales altamente cualificados en estos sectores. La universidad pública puede y debe adaptarse para cubrir estas demandas, pero no debemos olvidar que un título universitario se conforma con múltiples áreas de conocimiento que se unen de forma coherente para obtener el título". Pérez sostiene que, aunque se puede exigir rapidez, hay varias premisas a considerar: a) reconocer todos los ámbitos básicos que conforman el título; b) organizarlos y aprobar una memoria de verificación del título; c) contar con especialistas suficientes para impartir todas las materias y, por último, d) asegurar que habrá demanda de este título por parte de los futuros estudiantes.
Antonio Abril Abadín, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS), subraya que las universidades españolas están haciendo esfuerzos por adaptar su oferta formativa a las demandas del mercado laboral. Han incrementado la creación de programas en áreas de alta demanda como Ciberseguridad, Big Data e Inteligencia Artificial, pero la oferta sigue siendo insuficiente para la demanda estimada.
Además, Abril menciona que, aunque con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior se amplió el catálogo de titulaciones y se incluyeron las prácticas externas en los planes de estudio, el objetivo fundamental de Bolonia, que era orientar las titulaciones a la empleabilidad, aún no se ha alcanzado de manera óptima en las universidades públicas españolas.
Por otro lado, Abril Abadín destaca la necesidad de mejorar la flexibilidad operativa y la autonomía real de las universidades para gestionar el talento de su personal y orientar la oferta de titulaciones hacia las demandas reales del sistema productivo, lo que facilitará la empleabilidad de los estudiantes.