(Expansión, 13-05-2025) | Laboral
La tasa de absentismo laboral en España alcanzó el 7,4% en el cuarto trimestre de 2024, lo que supone un aumento de dos décimas respecto al mismo periodo de 2023, y se mantiene en niveles históricamente elevados, incluso superiores a los registrados durante la pandemia del Covid-19. Aunque han pasado más de cinco años desde que estalló la crisis sanitaria, sus consecuencias siguen latentes, especialmente en el mercado laboral. El fuerte aumento del absentismo experimentado durante la pandemia no ha sido algo puntual, sino que se ha consolidado como una tendencia persistente.
Antes del Covid, en 2018, la tasa de absentismo -que mide las horas no trabajadas sobre el total pactado- rondaba el 5%. Desde entonces, el indicador ha subido hasta estabilizarse por encima del 7%. En el último trimestre de 2024, alcanzó el 7,4%, apenas por debajo del 7,5% del trimestre anterior, pero por encima del 7,2% del mismo periodo del año anterior, según recoge el informe de The Adecco Group Institute sobre absentismo y siniestralidad laboral.
Esta cifra supera el 7,06% alcanzado en pleno auge del Covid en 2020, y queda muy lejos del 4,1% registrado en 2013, cuando la economía aún sentía los efectos de la gran recesión financiera. En términos concretos, con una jornada media pactada de 454 horas por trabajador en el cuarto trimestre, y con 31 horas de media no trabajadas por persona, el volumen de absentismo equivale a que 1,25 millones de empleados no se presentaran ni un solo día a su puesto de trabajo. Esto representa un 6% más que en el trimestre anterior y un 7,1% más que un año antes.
Este fenómeno creciente del absentismo se explica, según los expertos, por una combinación de factores como el envejecimiento poblacional, el aumento de problemas de salud mental y la ineficiencia de la Seguridad Social en la tramitación de las bajas médicas. Todo ello representa un serio obstáculo para la productividad, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, que cuentan con menos recursos para afrontar la ausencia de trabajadores.
Un informe reciente de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) estima que el absentismo laboral costó a las empresas españolas 13.961 millones de euros en 2024, un 14% más que el año anterior y casi tres veces más que en 2015, cuando el coste era de unos 4.800 millones. A este impacto en el ámbito empresarial hay que sumar el gasto público asociado, que superó los 15.000 millones de euros el año pasado.
La mayoría del absentismo corresponde a bajas por incapacidad temporal, ya sea por enfermedades comunes o accidentes fuera del entorno laboral, que representaron un 5,8% del total, dos décimas más que en el mismo trimestre de 2023. En cambio, la siniestralidad laboral se mantuvo estable, con 214 accidentes por cada 100.000 trabajadores, incluso bajando un 2% respecto al trimestre anterior.
Aunque el absentismo es un problema generalizado, su intensidad varía significativamente entre comunidades autónomas. Asturias lidera con una tasa del 9,5%, seguida por el País Vasco y Aragón, ambas con un 8,4%. En el extremo contrario, Madrid y Andalucía presentan las tasas más bajas, con un 6,9%, seguidas por Castilla-La Mancha, con un 7%. Cataluña, la segunda economía regional del país, se sitúa por encima de la media con un 7,6%.
También hay grandes diferencias por sectores. La industria registra la mayor tasa de absentismo, con un 8,1%, seguida por los servicios (7,3%) y la construcción (6,3%). Las actividades con mayor nivel de ausencias fueron las sanitarias y las relacionadas con juegos de azar y apuestas, ambas con un 11,5%, superando ampliamente la media nacional. Por el contrario, las actividades jurídicas y de contabilidad mostraron los niveles más bajos, con apenas un 3,5%.