(El Confidencial, 28-10-2024) | Laboral

Los servicios públicos no han logrado facilitar el acceso al empleo para quienes buscan trabajo en España. Esto es algo constante en una economía que, a pesar de los buenos datos de los últimos años, sigue destacando en los índices de desempleo en Europa. En este contexto, muchos ciudadanos han optado por valerse por sí mismos, recurriendo a sus propios recursos, a la tecnología o al apoyo de su entorno cercano para encontrar trabajo. Para los jóvenes, la ineficacia del SEPE (antiguo INEM) es tan evidente que cada vez son más los que terminan trabajando en la empresa familiar en lugar de conseguir un empleo a través de la intermediación de los servicios de empleo públicos.

Así lo refleja la Encuesta sobre redes de apoyo, cuyos datos preliminares fueron publicados este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Según el informe, menos del 1% de los jóvenes que encontraron empleo lo hicieron a través del SEPE: solo el 0,9% de los de entre 18 y 24 años y el 0,8% de los de 25 a 34 años. En cambio, el porcentaje de jóvenes que trabaja en el negocio familiar alcanza el 1,4% y el 0,9% en esos mismos tramos de edad, respectivamente. Aunque estos son porcentajes bajos que podrían ajustarse ligeramente por el margen de error, muestran claramente que para un joven es tan difícil encontrar trabajo mediante los servicios públicos como que su familia posea una empresa y le dé empleo.

Cabe destacar que son muchos más quienes exploran la opción del SEPE (accesible a todos) en comparación con aquellos que tienen la posibilidad de trabajar en la empresa familiar. La encuesta muestra que el SEPE es la segunda opción más utilizada por los desempleados entre 25 y 34 años para buscar empleo, solo superada por las webs y redes profesionales como LinkedIn o Infojobs. En este grupo de edad, un 45% utiliza los servicios de empleo, mientras que entre los de 18 a 24 años esta cifra baja al 32%. En ambas franjas, la opción preferida es acudir directamente a las empresas y presentar el currículum. En resumen, aunque entre un tercio y la mitad de los jóvenes desempleados recurren a los servicios públicos de empleo, menos del 1% de quienes consiguen trabajo lo logran a través de ellos.

Esta situación hace que los jóvenes sean el grupo con menos confianza en la intermediación estatal para encontrar empleo. En promedio, el 50% de los desempleados buscan trabajo a través de oficinas públicas, una proporción que baja a menos del 45% entre los de 25 a 34 años y a apenas un 32% entre los de 18 a 24. Las personas de entre 45 y 54 años son las que más recurren al SEPE (casi un 60%), aunque en todos los grupos de edad la efectividad del servicio es mínima: solo el 1,9% de los trabajadores encontraron empleo mediante el SEPE, con su punto más alto (2,9%) en el grupo de 45 a 54 años. Comparativamente, la efectividad de encontrar empleo a través de compañeros es el doble de la del SEPE, la ayuda de familiares triplica esta cifra y la de amigos la cuadruplica. En el caso de los jóvenes, la diferencia es aún mayor: los que encontraron empleo con la ayuda de amigos son diez veces más que quienes lo lograron por medio del SEPE.

Aun así, los métodos más efectivos para conseguir un empleo no son las redes personales más cercanas, sino otras estrategias más profesionales. Tanto entre los jóvenes de 25 a 34 años (22%) como en la población general (18%), acudir en persona a las empresas o presentar el currículum sigue siendo la opción más exitosa en el sector privado, aunque las plataformas de búsqueda de empleo en línea también son populares. Además, muchos logran empleos en el sector público a través de oposiciones o bien optan por el trabajo autónomo.

Al igual que el SEPE, los servicios de colocación privados, como las empresas de trabajo temporal (ETT), tienen un rol limitado en el mercado laboral español. Solo el 2,5% de los empleados dice haber conseguido trabajo a través de ellas, una cifra que disminuye con la edad, ya que estas agencias suelen ofrecer trabajos temporales que interesan más a los jóvenes. No obstante, la baja efectividad de las ETT no es comparable a la del SEPE, dado que su mercado es más reducido: solo el 14% de los desempleados (8% entre los de 18 a 24 años y 13% entre los de 25 a 34) las utilizan para buscar empleo.

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