(La Vanguardia, 03-02-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El president de la Generalitat ha propuesto un plan de inversión para los próximos cinco años con el objetivo de impulsar infraestructuras, modernizar el tejido industrial, fomentar el conocimiento y la investigación, promover la igualdad de oportunidades y mejorar la Administración. Este plan, que contará con recursos de la Generalitat y el Institut Català de Finances (ICF), está pendiente de aprobación por el Consell Executiu.
Desde 2017, cuando Madrid superó a Cataluña en peso dentro del PIB nacional-alcanzando un 19,6% frente al 18,8% catalán-la brecha entre ambas economías no ha dejado de crecer. Ahora, el president Salvador Illa busca revertir esta situación con una hoja de ruta económica que destinará 18.500 millones de euros en proyectos estratégicos para recuperar el liderazgo económico de la comunidad autónoma.
Durante una conferencia en la Escola Industrial de Barcelona, titulada Cataluña lidera. Un modelo económico de prosperidad compartida, Illa presentó su plan, fijando como meta posicionar a Cataluña como referente económico en España y una de las regiones más avanzadas de Europa en los próximos diez años, o incluso en cinco si las circunstancias lo permiten.
El programa, denominado Catalunya lidera, contará con un operador específico, Lidera, encargado de ejecutar las inversiones, que se distribuirán en cinco áreas clave: infraestructuras, modernización industrial, conocimiento e I+D, equidad social y reforma de la Administración. El plan se financiará con 13.700 millones de euros procedentes de la Generalitat, sin incluir lo que se pueda negociar en materia de financiación singular, y 4.800 millones en préstamos del ICF.
Un tercio de los recursos, aproximadamente 6.500 millones de euros, se destinarán a mejorar las infraestructuras en los ámbitos del agua, la energía, la movilidad y la digitalización. En este sentido, Illa destacó la importancia del autoabastecimiento hídrico, con una inversión de 2.000 millones para garantizar que el 70% del consumo de agua provenga de fuentes independientes de la lluvia. Asimismo, se prevé la generación de 12.000 megavatios (MW) de energía renovable, tanto eólica como solar.
El plan también contempla la modernización del Aeropuerto de Barcelona para potenciar su conectividad intercontinental, aunque su ampliación sigue en suspenso debido a la falta de consenso entre los socios de gobierno. Además, se impulsará el desarrollo del Corredor Mediterráneo, clave para el transporte ferroviario de mercancías y para optimizar la conexión con grandes industrias como Seat y Celsa.
Otro eje estratégico, al que se destinará el 27% del presupuesto, se centrará en la modernización del tejido productivo con especial atención a sectores clave como la agricultura, la automoción, el transporte, la digitalización, las energías renovables, la industria química y la biomedicina. También se fomentará el crecimiento de startups y se creará un Clúster de Servicios Financieros para atraer inversión. En materia social, se asignarán 5.000 millones de euros a iniciativas como la ampliación de plazas en guarderías y la construcción de más de 50.000 viviendas de protección oficial.
El ámbito del conocimiento y la innovación recibirá cerca de 2.000 millones de euros, destinados a reforzar la formación profesional, mejorar infraestructuras científicas como el Barcelona Supercomputing Center y el Sincrotón Alba, y crear un fondo público de capital riesgo para financiar proyectos tecnológicos.
Por último, la modernización de la Administración contará con una inversión de 76 millones de euros, con un papel destacado para la inteligencia artificial en la mejora de procesos administrativos. Illa subrayó que este programa representa la mayor movilización de recursos en Cataluña desde 2010, con una inversión equivalente al 5,8% del PIB regional. Se estima que generará un crecimiento del 5,7% en seis años y del 9,5% en una década, además de la creación de 78.000 empleos hasta 2030.
Este plan se alinea con las prioridades estratégicas de la Unión Europea y se enmarca en un contexto global marcado por la irrupción de la inteligencia artificial y el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, eventos que Illa comparó con hitos históricos como la Revolución Industrial. El president defendió este modelo como una alternativa a lo que denominó "acomodación insolidaria", y afirmó que su enfoque se basa en tres pilares fundamentales: instituciones, economía y ciudadanos. "O ganamos todos, o solo unos pocos. Apostamos por un modelo económico basado en derechos, no en privilegios", enfatizó.
La hoja de ruta será aprobada el próximo martes por el Consell Executiu y posteriormente presentada en Madrid y Bruselas. Para garantizar su ejecución, se creará una comisión de seguimiento que supervisará el cumplimiento de los objetivos del plan.